La hipoteca de Kutxabank te da el 100% del valor de la vivienda si cumples estos requisitos
El programa está destinado a personas que hayan residido en el País Vasco al menos dos de los últimos cinco años; y el importe máximo del inmueble no puede ser superior a 340.000 euros
En un contexto como el actual, encontrar una buena hipoteca es una suerte. Los precios de la vivienda siguen subiendo, especialmente en las grandes ciudades, lo que dificulta la compra, de forma más acentuada a los jóvenes y las familias con menos recursos. De hecho, según Idealista, los nuevos hipotecados están firmando los préstamos más cuantiosos desde el boom inmobiliario.
Ahora, Kutxabank se ha adherido al programa de avales promovido por el Instituto Vasco de Finanzas del Gobierno Vasco para la compra de la primera vivienda de jóvenes y menores de 40 años, con una hipoteca que financia hasta desde el 80 a 100% del valor mínimo de tasación o compraventa de una vivienda habitual, nueva o de segunda mano, en el País Vasco.
La dificultad de la entrada
Según ha explicado la entidad, la línea de avales cuenta con una dotación de 144 millones de euros. La intención es permitir hacer frente a los pagos derivados de un préstamo a jóvenes que, "aun siendo solventes, no han generado ahorro suficiente para conseguir la entrada de la vivienda".

El programa, que ya puede ser contratado en las oficinas de Kutxabank, va destinado a personas de entre 18 y 39 años, que hayan residido en el País Vasco al menos dos de los últimos cinco años, al menos uno de los titulares. El importe máximo del precio de compra de la vivienda, que deberá estar ubicada en la comunidad autónoma, no será superior a 340.000 euros.
Compra de 3.000 viviendas
El programa de avales prevé movilizar la compra de 3.000 viviendas hasta 2029 y facilitar el acceso a la vivienda a jóvenes, a menudo, el colectivo con mayores dificultades para emanciparse.
En este sentido, según los datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE), los jóvenes necesitarían destinar el salario íntegro de cuatro años solo para reunir la entrada de una hipoteca, sin considerar los gastos adicionales que implica la compra de una vivienda.

