No es cloro, el truco definitivo para limpiar la piscina en verano: "Elimina más microorganismos"

Cómo mantener el agua de la piscina limpia con un método eficaz y seguro que no incluye cloro

Una piscina más limpia gracias al truco definitivo del verano/ CANVA
Una piscina más limpia gracias al truco definitivo del verano/ CANVA

En verano, si tienes suerte de tener jardín y piscina propia, hace que esta zona se convierta en uno de los espacios favoritos de la casa. Es el lugar ideal para refrescarse, nadar, jugar con los niños o simplemente relajarse bajo el sol. Pero para disfrutarla al máximo es fundamental que el agua se mantenga limpia y en condiciones óptimas.

Muchas veces, el mantenimiento se deja para última hora, lo que complica la limpieza y obliga a redoblar esfuerzos. La clave está en cuidarla de manera regular y conocer los métodos más eficaces para mantenerla impecable.

Cloro o sal: dos sistemas de desinfección muy distintos

El cloro es, sin duda, el desinfectante más utilizado en piscinas. Se trata de un producto económico y altamente efectivo para eliminar bacterias y mantener el agua libre de microorganismos. Sin embargo, su uso tiene algunos inconvenientes: requiere aplicaciones frecuentes, puede irritar la piel y los ojos, e incluso deja un olor fuerte que resulta molesto para muchos bañistas.

Una piscina de un jardín privado/ CANVA
Una piscina de un jardín privado/ CANVA

La cloración salina, en cambio, funciona a través de un dispositivo que convierte la sal en cloro de manera natural. Es menos agresiva para la piel y los ojos, lo que lo convierte en un sistema cada vez más popular. Su principal desventaja es que la instalación inicial es más costosa y el mantenimiento puede ser un poco más complejo, aunque a la larga suele compensar por su suavidad y comodidad.

Limpieza básica: el primer paso para un agua cristalina

Antes de aplicar cualquier tratamiento químico o alternativo, es importante retirar la suciedad visible. Las hojas, ramas, insectos y polvo son los residuos más habituales que caen sobre la piscina, especialmente si está al aire libre. Un recogehojas resulta muy práctico para esta tarea, y conviene utilizarlo a diario.

Recogehojas para Piscinas Profesional/ AMAZON
Recogehojas para Piscinas Profesional/ AMAZON

También es recomendable cepillar las paredes y el fondo de la piscina para eliminar restos que se acumulan con el tiempo y que no siempre flotan en la superficie. Cubrir la piscina durante la noche es otro truco sencillo que ayuda a reducir la acumulación de desechos, haciendo que la limpieza diaria sea más rápida y efectiva.

Lonetas cubre piscinas/ AMAZON
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Oxígeno activo: una alternativa cada vez más valorada

El uso de oxígeno activo o peróxido de hidrógeno se ha consolidado como una alternativa interesante al cloro. Este compuesto, al entrar en contacto con el agua, libera oxígeno que oxida y elimina bacterias y microorganismos sin dejar residuos químicos. Entre sus ventajas destacan que no genera malos olores, no irrita los ojos ni la piel, y tampoco daña los trajes de baño. Además, es respetuoso con el medio ambiente.

Caja 100 reactivos de oxígeno activo para fotómetro/ LEROYMERLIN
Caja 100 reactivos de oxígeno activo para fotómetro/ LEROYMERLIN

Lo ideal es aplicarlo al final del día, cuando la temperatura es más baja y se reduce el riesgo de evaporación. Puede encontrarse en formato líquido, para dosificación automática mediante bombas, o en gránulos y tabletas, que se añaden de forma manual.

Mantenimiento regular: semanal y mensual

El cuidado de la piscina debe realizarse en dos fases:

  • Limpieza semanal: consiste en revisar los niveles de desinfección, aspirar el fondo y asegurar que la bomba funcione al menos ocho horas al día para mantener el agua en movimiento y evitar estancamientos.

  • Limpieza profunda mensual: incluye cepillar paredes y fondo de manera exhaustiva, retirar partículas microscópicas y comprobar el estado del filtro, limpiándolo en caso de obstrucción.

Más opciones para cuidar tu piscina

Además del cloro, la sal y el oxígeno activo, existen otros métodos eficaces para mantener el agua en buen estado:

  • Ozono: Elimina microorganismos sin dejar residuos, siendo muy respetuoso con el medio ambiente.

  • Luz ultravioleta: Destruye bacterias, algas y virus mediante radiación, sin necesidad de añadir químicos.

  • Salinización: Sistema que transforma la sal en cloro natural, reduciendo la irritación en la piel y ofreciendo un agua más suave.

La importancia de elegir el sistema adecuado

Cada piscina es diferente: el tamaño, la ubicación y el uso que se le da influyen en el método de limpieza más apropiado. Mientras algunas familias prefieren soluciones tradicionales como el cloro por su bajo coste, otras optan por sistemas más naturales y respetuosos con la piel como la salinización o el oxígeno activo.

Unos amigos disfrutando de la piscina limpia/ CANVA
Unos amigos disfrutando de la piscina limpia/ CANVA

En cualquier caso, lo más recomendable es consultar con un profesional que pueda evaluar las características de la piscina y recomendar el sistema más eficaz y seguro. Así podrás disfrutar de un verano refrescante, sin preocuparte por la calidad del agua.