No lo sabías: esto es lo que debes evitar en una habitación de hotel, según los expertos
Una especialista en limpieza e higiene doméstica advierte sobre los principales focos de bacterias en los alojamientos turísticos

Aunque la mayoría de los hoteles se esfuerzan por ofrecer estancias cómodas y limpias, existen ciertos elementos dentro de las habitaciones y zonas comunes que, según expertos en higiene, podrían representar un foco de bacterias si no reciben una limpieza adecuada con la frecuencia necesaria.
La experta en limpieza doméstica Jill Koch ha identificado varios objetos que suelen pasarse por alto durante las rutinas de limpieza y mantenimiento de las habitaciones cuando un cliente se marcha y el personal del hotel prepara el lugar para los siguientes huéspedes. Su consejo es claro: si no hay garantías de desinfección regular, es mejor abstenerse de utilizarlos.
Superficies de alto contacto: una amenaza invisible
Uno de los principales puntos críticos se encuentra en el lugar menos esperado: el mostrador de recepción. Al ser un área de uso constante por parte de huéspedes y empleados, esta superficie se convierte en un punto de alto riesgo en términos de higiene. A pesar de su relevancia, a menudo no se desinfecta con la frecuencia que sería deseable.
Ascensores: más allá del tránsito vertical
En el interior de los ascensores, los botones de llamada y de selección de planta son otros de los elementos con alta carga microbiana.
Su uso constante en entornos como hoteles, oficinas y centros comerciales hace que se acumulen gérmenes con rapidez. La limpieza de estas superficies debería formar parte de la rutina diaria del personal de mantenimiento, aunque frecuentemente no se prioriza.

En el baño, no todo brilla como parece
En cuanto a los baños, aunque inodoros y duchas suelen recibir atención especial por parte del equipo de limpieza, otras zonas como lavabos, paredes y grifos pueden quedar relegadas. Una limpieza superficial no garantiza la eliminación de bacterias, por lo que se recomienda que estos elementos se desinfecten completamente cada día.

Tecnología compartida: teléfonos y controles remotos
Dispositivos como el teléfono de la habitación o el mando a distancia del televisor están entre los objetos más manipulados por los huéspedes. Sin embargo, con frecuencia no se incluyen en los protocolos de limpieza con el mismo rigor que otras superficies. Esto los convierte en posibles transmisores de gérmenes si no se higienizan adecuadamente tras cada estancia.

Elementos textiles y decorativos: los grandes olvidados
Los cojines decorativos que adornan camas y sillones, a pesar de aportar calidez estética, rara vez son lavados entre huéspedes. Esto los convierte en potenciales acumuladores de bacterias y alérgenos.
Lo mismo ocurre con las batas de baño: en algunos casos no se cambian, sino que simplemente se doblan para ser reutilizadas. Ante la duda, es preferible no usarlas.

Artículos de cortesía que podrían no estar tan limpios
Entre los objetos que pueden generar más dudas están los vasos de cristal en las habitaciones. Aunque su apariencia sea impecable, no siempre pasan por un proceso de limpieza profesional; en ocasiones, solo se enjuagan. Lo mismo ocurre con las cubiteras de hielo, cuyo uso debería limitarse si no incluyen fundas de plástico desechables que aseguren su correcta higienización.

Por otra parte, los dispensadores de jabón, champú o gel de ducha, aunque sostenibles en cuanto al ahorro de envases, pueden acumular residuos y microorganismos en sus boquillas si no se limpian con frecuencia. Como medida preventiva, se sugiere llevar productos de higiene personal propios.
Pomos, tiradores e interruptores: puntos de contacto clave
Los tiradores de puertas, pomos e interruptores de luz son elementos que múltiples personas tocan a diario y que, sin embargo, a menudo son omitidos en las rutinas de limpieza profunda. Dado que las manos son uno de los principales vectores de transmisión de bacterias, estos objetos deberían desinfectarse diariamente.

Una cuestión de percepción y reputación
El nivel de limpieza en un alojamiento es uno de los factores más valorados por los huéspedes, y cualquier descuido puede impactar negativamente en su experiencia, y en consecuencia, en la reputación del establecimiento.
En la era de las reseñas digitales, una mala impresión relacionada con la higiene puede extenderse rápidamente y afectar la decisión de futuros clientes. De hecho, una falta grave en cuando a la higiene de un lugar puesto como alquiler vacacional, como puede ser Airbnb, puede ser motivo de sanción para el propietario y de compensación económica para el turista si así lo demuestra con fotos.
Por eso, tanto viajeros como administradores de hoteles deberían tomar conciencia de estos puntos críticos. Una limpieza detallada y regular no solo garantiza la salud de los huéspedes, sino que también fortalece la confianza en el servicio.