Abre un restaurante mexicano en una de las azoteas con las mejores vistas de Barcelona

Se trata de un restaurante cuya carta ha sido ideada por el chef Adam Rawson y los cócteles de Marc Álvarez coronan la última apertura gastronómica de Poblenou

Terraza del SíSí con vistas a la Sagrada Familia / CEDIDA
Terraza del SíSí con vistas a la Sagrada Familia / CEDIDA

En la planta 15 del hotel The Social Hub, donde turistas y coworkers se cruzan entre cafés, portátiles y charlas improvisadas, ha abierto un restaurante que promete convertirse en el nuevo rooftop de moda en Barcelona

No es uno cualquiera. Su propuesta combina cocina mexicana moderna, cócteles creativos y una atmósfera relajada, con vistas panorámicas sobre la ciudad, que invita a quedarse más tiempo del previsto.

En lo más alto de Poblenou

Las vistas merecen capítulo aparte. Desde lo alto de este hotel ubicado en el distrito de Poblenou, se despliega una panorámica 360º que permite comer frente a la Sagrada Familia, el Tibidabo o el mar Mediterráneo, según el lado de la mesa que elijas. 

Esta cronista optó por la primera opción. Hablamos del restaurante SíSí (que no emperatriz, aunque fonéticamente lo parezca). 

Un espacio con espíritu mexicano

El espacio deja claro el espíritu mexicano que luego se saborea en los platos. A la entrada, una barra abierta y una robata de carbón marcan el ritmo del servicio. Los cocineros preparan los platos a la vista del público y siempre bajo la atenta mirada de los mariachis -y otros retratos- dibujados en el techo.

Interior del restaurante SíSí / CEDIDA
Interior del restaurante SíSí / CEDIDA

En el exterior, el panorama cambia. Junto a la barra de cócteles, que brilla como solo lo hacen las barras recién estrenadas, hay sillones y sofás diseñados en exclusiva para SíSí. Ahí los comensales conversan, beben y se deleitan con los platos, que reinterpretan las tradiciones mexicanas con toques de la cocina americana y alma mediterránea. 

Coctelería y menú con firma

En la terraza, el equipo recibe con una sonrisa y un primer sorbo refrescante: un cóctel con lima, albahaca, baya de Timu y tónica. Se llama Punto verde y abre una carta ideada por el reconocido bartender Marc Álvarez, también responsable de Sips (Barcelona) y copropietario de Pensión Mimosas y Fluid (Madrid). Su propuesta combina influencias de México, Perú y Asia.

 

En cocina, la creatividad corre a cargo del chef Adam Rawson, con un menú "centrado en el producto de temporada que prioriza el sabor, la proximidad y la sostenibilidad", subrayan desde el restaurante. Una filosofía que se refleja en cada plato y que convierte a SíSí en algo más que un rooftop con vistas.

Sabores que conquistan

Entre los platos más destacados están el aguachile de róbalo con leche de tigre de ají amarillo y salsa bomba, la short rib birria con glaseado de adobo, tuétano y encurtidos o el seabass asado con mantequilla de chipotle y lima. Esta cronista se dejó guiar por las recomendaciones y comenzó con unas zamburiñas con salsa macha, piel de cerdo crujiente y lima, seguidas de unos tacos de gamba de cristal y carabineros acompañados de un guacamole suave que equilibra el picante.

Taco de gambas de cristal y carabineros / CEDIDA
Taco de gambas de cristal y carabineros del restaurante SíSí / CEDIDA

La degustación continúa con un ceviche de tomate elaborado con distintas variedades de esta fruta. Como plato principal, la protagonista es la birria (típico guiso mexicano) de costillas de res, cocinada a fuego lento, pasada por la robata y servida con glaseado de barbacoa y chalotas crujientes. Un bocado intenso, perfecto para montar en un taco y disfrutar sin prisa.

Un 'rooftop' para quedarse

Después de una comida tan sabrosa como generosa, el plan más tentador es darse un chapuzón en la piscina situada al otro extremo de la terraza. SíSí tiene todos los ingredientes para convertirse en el nuevo rooftop imprescindible de Barcelona. 

Piscina con vistas del restaurante SíSí / CEDIDA
Piscina con vistas del restaurante SíSí / CEDIDA

Una propuesta bien ejecutada y con personalidad propia. Y eso, en el competitivo panorama gastronómico barcelonés, ya es mucho decir.