Necroturismo en auge: los cementerios más bellos de España para hacer una escapada cultural

Pequeños municipios, iniciativas medioambientales y propuestas artísticas impulsan una nueva forma de descubrir la historia y la identidad local

Una mujeres haciendo necroturismo / Eduardo Parra - EP
Una mujeres haciendo necroturismo / Eduardo Parra - EP

El turismo de cementerios, conocido como necroturismo, está en plena expansión en España, donde estos espacios ya no solo se perciben como lugares de sepultura, sino como museos al aire libre que invitan a la reflexión, el arte y la historia. 

El reciente Concurso de Cementerios de España, organizado por la empresa funeraria Enalta y celebrado en la sede de la Fundación Mapfre en Madrid, ha puesto de relieve este fenómeno cultural creciente, que ya se consolidó como una tendencia europea años atrás.

Un concurso de camposantos

Entre los galardonados de esta novena edición, que contó con la participación récord de 74 camposantos, el primer puesto fue la necrópolis de Las Ruedas, en Padilla de Duero (Valladolid), un impresionante enclave prerromano de seis hectáreas (y con cerca de 120.000 tumbas) perteneciente a la antigua ciudad vaccea de Pintia, que conserva los restos de unas 24 generaciones de vacceos y romanos. Se trata de un yacimiento activo y un espacio de homenaje, donde incluso se han adaptado zonas para nuevos enterramientos de personas y mascotas.

Cementerio de Las Ruedas, en Padilla de Duero (Valladolid)   MIGUEL ALAN CÓRDOVA SILVA   EP
Cementerio de Las Ruedas, en Padilla de Duero (Valladolid) / MIGUEL ALAN CÓRDOVA SILVA - EP

Le siguió el camposanto modernista de Montornès de Segarra (Lleida), con solo 96 habitantes, su cementerio modernista del siglo XIX, ubicado en una colina y diseñado con un cuidado estético que sorprende por su entorno rural. El tercer lugar lo ocupó el Cementerio Jardín de Alcalá de Henares, en Madrid.

Premios de 7.000 euros

El certamen reconoce también otros aspectos como el mejor monumento funerario, historia, actividad de puertas abiertas e iniciativa medioambiental. En esta edición, se repartieron premios por un valor total de 7.000 euros mediante votación popular, tras una preselección realizada por un jurado profesional. 

Una de las iniciativas destacadas fue la del cementerio de Ripoll, en Girona, premiada en la categoría medioambiental por su proyecto de conservación de mariposas mediante el cultivo de plantas autóctonas.

Creciente interés editorial

El auge del necroturismo se manifiesta también en el creciente interés editorial. Libros como De tumba en tumba: Ruta misteriosa por los cementerios de España de Marta Sanmamed y Alguien camina sobre tu tumba: Mis viajes a cementerios de Mariana Enríquez han despertado la curiosidad de lectores por estos lugares cargados de simbolismo, arte e historia. 

En paralelo, proliferan propuestas culturales y artísticas en los cementerios, como la experiencia sonora interactiva ofrecida por la compañía El Conde de Torrefiel, que invitaba a recorrer de forma introspectiva los recintos funerarios con una narrativa urbana y poética.

Actividades culturales en los cementerios

Cementerios como el de Ciriego, en Santander, o el de Montjuïc, en Barcelona, acogen cada vez más actividades culturales, visitas guiadas e incluso eventos nocturnos que combinan danza, música y artes visuales. Este tipo de iniciativas han conseguido atraer a cientos de visitantes, reforzando la idea de que los cementerios son también espacios de memoria viva y legado cultural.

Desde Enalta, organizadores del concurso, destacan que la mayoría de los camposantos que participan provienen de municipios pequeños, cuyos ayuntamientos apuestan por reivindicar el valor patrimonial de estos espacios. El interés turístico, según recoge El País, crece cada año y se perfila como una oportunidad tanto para el desarrollo local como para la reinterpretación del concepto de la muerte en la sociedad actual.

Incineración, la opción mayoritaria

En paralelo, crece el debate sobre el futuro de estos espacios en un contexto donde la incineración es ya la opción mayoritaria, elegida por más del 70% de las familias. Algunos expertos insisten en la necesidad de preservar los cementerios como espacios de reposo, más allá del destino de las cenizas. Porque en un mundo acelerado, contemplar una lápida, leer un epitafio o detenerse bajo un ciprés puede ser también una forma de volver a lo esencial.

Una actividad cultural en el cementerio de La Almudena, en Madrid   Alejandro Martínez Vélez   EP
Una actividad cultural en el cementerio de La Almudena, en Madrid / Alejandro Martínez Vélez EP

Desde los enterradores, considerados por algunos autores como guías del alma y custodios de las historias del lugar, hasta las grandes necrópolis urbanas como La Almudena, en Madrid, con su propia red de transporte interno y casi cinco millones de personas sepultadas, el necroturismo se abre camino. España, como reivindican desde Enalta, tiene cementerios maravillosos. Y visitarlos no es sinónimo de tristeza, sino de cultura, belleza y, en cierto modo, de vida.