El adinerado doctor Andreu tuvo un sueño: construir el hotel más fastuoso de su ciudad en el mejor emplazamiento posible. Eligió una magnífica parcela en la montaña del Tibidabo, donde a principios del siglo XX había construido el popular parque de atracciones. El encargado de la obra faraónica fue el arquitecto Ramon Reventós i Farrarons, y el majestuoso edificio abrió sus puertas en 1924.
Rápidamente se convirtió en uno de los hoteles más aristocráticos de Barcelona, pero con el estallido de la Guerra Civil española tuvo que reinventarse como hospital militar.
Residencia de veraneo de la alta sociedad barcelonesa
A partir de 1950, reanudó su actividad hotelera, mayoritariamente como residencia de veraneo de la alta sociedad barcelonesa. Y, durante los felices sesenta, acogió a los huéspedes más ilustres.
Los cierres del Gran Hotel La Florida
A finales de los setenta, el famoso hotel sucumbió al paso del tiempo y no le quedó otra salida que cerrar sus puertas definitivamente. Tras dos décadas en el olvido y cuatro años de intensa restauración, el Gran Hotel La Florida retomó su actividad en 2001... hasta este mes de enero.
En la actualidad, se encuentra en la fase final de una renovación completa de sus 70 habitaciones y suites.
Reabre uno de los hoteles más aristocráticos de Barcelona
Las cadenas Atom Hoteles Socimi y Sunset Hospitality ultiman la transformación integral del Gran Hotel La Florida, que reabrirá sus puertas en septiembre bajo la marca METT Barcelona.
El hotel, adquirido en enero de 2024 junto al inmueble Miramar, es la última apuesta de METT por el segmento del lujo en destinos urbanos de primera categoría.
Vistas panorámicas sobre la ciudad
En el nuevo Gran Hotel La Florida destacan las nuevas Design Suites, que incorporan terrazas privadas con piscina y ducha exterior, mientras que el resto de estancias ganan luminosidad gracias a amplios ventanales con vistas al skyline barcelonés.
Además de la modernización de las habitaciones, el proyecto ha renovado por completo la planta baja, integrando nuevos espacios gastronómicos y gastrobares, junto a un spa y un pool club con jacuzzi panorámico.
Esencia modernista
La intervención ha preservado la esencia modernista del edificio de 1924, al tiempo que ha actualizado infraestructuras clave como las instalaciones eléctricas, de climatización y accesibilidad.
Con su reapertura prevista para el mes de septiembre, Barcelona recupera uno de sus establecimientos más elegantes en la ladera del Tibidabo.