Ni ordenador ni tablet, el dispositivo que nunca gustó a Millie Bobby Brown: "Estoy apartada"

La actriz, que ya ha denunciado en otras ocasiones su firme rechazo a los problemas que causan las redes sociales, expone cómo ha influido la tecnología en su vida personal de una forma muy crítica

Un ordenador, una tableta, un teléfono móvil y la actriz Millie Bobby Brown / Montaje CONSUMIDOR GLOBAL
Un ordenador, una tableta, un teléfono móvil y la actriz Millie Bobby Brown / Montaje CONSUMIDOR GLOBAL

La transformación de Millie Bobby Brown en los últimos años ha sido evidente tanto en la pantalla como fuera de ella. Lejos queda la imagen de Eleven, la niña de cabeza rapada y poderes sobrenaturales que protagonizó Stranger Things, la serie que la catapultó al estrellato. Hoy, la actriz británica apuesta por un estilo mucho más sofisticado, con cabello rubio californiano, trajes de inspiración gótica y una actitud más adulta frente a los focos.

En sus más recientes apariciones públicas —especialmente durante la promoción de su nueva película The Electric State— ha mostrado una estética marcada por influencias de los años 90, luciendo piezas de archivo de diseñadores como Hervé Léger. Pronto, las redes sociales se inundaron de comparaciones con iconos como Pamela Anderson o Britney Spears, figuras que definieron una era muy concreta de la cultura pop.

Millie Bobby Brown: de estrella juvenil a portavoz sobre tecnología y salud mental

Pero esa evolución estilística no vino sin consecuencias. Las plataformas digitales y algunos medios internacionales no tardaron en volcarse en analizar cada elección estética de Brown. Desde su forma de vestir hasta rumores sobre presuntos retoques faciales, los comentarios se multiplicaron sin pausa. Algunos foros en Reddit incluso abrieron debates extensos en los que se criticaba que la actriz “parece mayor de lo que es” o que “ha madurado demasiado rápido”.

Este tipo de observaciones ha acompañado a Brown desde su salto a la fama, siendo apenas una niña. Ya ha sido objeto de críticas por comprometerse en matrimonio a una edad temprana con Jake Bongiovi, hijo del músico Jon Bon Jovi. Esta exposición constante la llevó a publicar un video contundente en el que denunciaba el acoso en redes sociales y describía algunos de los comentarios como una forma de bullying disfrazado de opinión o periodismo.

¿Estamos preparados para un mundo excesivamente digitalizado?

Lejos de dejarse llevar por la controversia, la actriz continúa ampliando su carrera cinematográfica. En The Electric State, dirigida por los hermanos Russo, interpreta a Michelle, una joven que atraviesa una profunda pérdida familiar en un mundo futurista donde los robots, que alguna vez fueron aliados, ahora representan una amenaza existencial. La película combina ciencia ficción con un enfoque emocional, situando a Brown en el centro de una historia que también sirve como crítica a la dependencia de la tecnología.

Chris Pratt, coprotagonista del filme, también ha compartido reflexiones personales al respecto. “Soy adicto a mi teléfono. Me cuesta desconectarme y eso no es saludable”, confesó en una entrevista reciente. Su personaje acompaña a Michelle en un viaje a través de un paisaje dominado por la inteligencia artificial y los conflictos tecnológicos en un paradigma utópico donde las máquinas han tomado el control.

La desconexión como elección consciente contra la tecnología

A diferencia de muchas figuras de su generación, Millie Bobby Brown asegura que su relación con la tecnología es más distante. “No me entretiene pasar horas haciendo scroll. Nunca me ha parecido divertido ni necesario”, explicó durante la gira promocional del filme. Incluso bromeó diciéndole a su compañero de rodaje: “Vente a mi granja”, en referencia a su estilo de vida más natural y alejado de la hiperconectividad urbana (del que disfruta cuando no está de rodaje) que tanto pone en relieve su última película distópica.

Brown considera que su elección de vivir más desconectada ha sido positiva para su bienestar mental. “Estoy apartada. La tecnología tiene beneficios, pero es una de las razones por las que mi generación tiene problemas de salud mental. Esta película ayuda a reflexionar sobre eso”, señaló bastante crítica. Según ella, The Electric State no solo entretiene, sino que lanza una advertencia sobre la necesidad de establecer límites en el uso de dispositivos y redes sociales.

El reto actoral: representar el duelo sin clichés

Uno de los aspectos más desafiantes del rodaje, según la actriz, fue representar el duelo con autenticidad. “Todo el mundo ha experimentado una pérdida, de una u otra forma. El dolor tiene muchas capas. Mostrar eso sin caer en lo melodramático o en una actuación forzada fue lo más difícil”, reconoció.

A pesar de su juventud, Brown muestra una madurez notable al hablar sobre temas como la salud mental, la presión estética y el impacto de la tecnología en la vida cotidiana. Más allá de su pasado como estrella infantil, parece estar labrando un camino propio, con papeles más complejos y mensajes más profundos.

Millie Bobby Brown ya no es solo una actriz reconocida por un papel icónico: se ha convertido en una voz relevante en temas sociales, estéticos y tecnológicos. Y mientras se abre paso en una industria que no perdona, lo hace recordándonos que en la era digital, la verdadera revolución comienza apagando la pantalla.