El precio del aceite de oliva virgen extra se dispara de nuevo

El coste medio del AOVE en origen acumula varias semanas al alza en origen, lo que se traduce en un encarecimiento del 'oro líquido' en los lineales de los supermercados

Botellas de aceite de oliva con su precio en un supermercado / EFE
Botellas de aceite de oliva con su precio en un supermercado / EFE

Tras unas campañas de 2022/23 y 2023/24 con muy bajas cosechas por la sequía, que se tradujeron en un incremento desorbitado de los precios del aceite de oliva, este 2025 arrancó con una tendencia bajista durante los primeros meses. De hecho, el precio del virgen extra se redujo en mayo hasta los 3,49 euros el kilo.

En la actualidad, después de encadenar varias alzas durante finales de agosto y principios de septiembre, el precio del aceite de oliva virgen extra vuelve a dispararse en origen. Un incremento que, tarde o temprano, también llegará a los lineales de los supermercados españoles.

El precio del aceite de oliva virgen extra vuelve a dispararse

Tal y como señala el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en su último informe de precios medios nacionales a salida de almazara, el precio medio del virgen extra se ha situado en 3,98 euros/kilo en la semana 36 (del 1 al 7 de septiembre), un 3,6% más caro que una semana antes.

Una garrafa de aceite sobre cientos de aceitunas / GUSTAVO VALIENTE - EP
Una garrafa de aceite sobre cientos de aceitunas / GUSTAVO VALIENTE - EP

Y eso que durante la semana del 25 al 31 de agosto su precio ya se había disparado un 8,06%, hasta los 3,94 euros/kg, respecto a la semana anterior.

Evolución de la cotización del AOVE

Las cotizaciones en origen del virgen extra crecieron un 158,20%, al pasar de los 3,35 euros/litro (1 de julio de 2022) hasta los 8,65 euros/litro (1 de marzo de 2024), según los datos del observatorio de precios Infaoliva, con un máximo de 8,98 euros/litro el 15 de enero de 2024.

La actual campaña 2024/25, con un volumen más normalizado, ha tenido una tendencia progresiva a la baja. Hasta ahora.

La cosecha cuantiosa de 2025

El MAPA, ante las abundantes lluvias y las temperaturas suaves de primavera, no descartaba una "cosecha cuantiosa en 2025/26", por lo que en agosto sometió a consulta pública un proyecto de norma de comercialización de aceite para poder activar en la próxima campaña la retirada de producto para evitar su venta por debajo de costes.

Aceite de oliva virgen extra / UNSPLASH
Aceite de oliva virgen extra / UNSPLASH

La posible aplicación del mecanismo de retirada del mercado de aceite para la próxima campaña está a la espera de la publicación de la orden definitiva que, según ha precisado Agricultura, solo se realizará "si finalmente se constatan estimaciones de producciones elevadas de aceite de oliva y posibles desajustes de mercado".

Existencias de 412.612 toneladas de aceite

España produjo esta campaña 1,41 millones de toneladas. En estos momentos las existencias se sitúan en 412.612 toneladas, después de haber comercializado 1,32 millones (el 93 % de lo producido), según los datos difundidos este jueves por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA).

De esas 412.612 toneladas que había a 31 de agosto, 235.426 toneladas están en las 1.846 almazaras que hay en España (322.000 toneladas a finales de julio), 165.842 toneladas en manos de la distribución (188.000 toneladas a 31 de julio) y 3.344 en las instalaciones de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero.

Más demanda, menos lluvias y más calor

Desde la asociación agraria COAG Jaén han apuntado que las salidas de aceite solo en agosto han alcanzado las 84.335, frente a las 51.211 toneladas del de 2024, cuando este mes es considerado de "vacaciones" para el mercado del aceite de oliva.

Esta organización ha recalcado que septiembre es un "mes decisivo" de cara a la producción para la próxima campaña, que oficialmente comienza el 1 de octubre. Por ahora, la falta de lluvias "se nota ya en el campo", donde "pueden verse aceitunas arrugadas, incluso en algunos olivos de regadío". A esto ha sumado la vecería propia del cultivo del olivar, las altas temperaturas de los últimos meses y los ataques de plagas, que no afectan a la calidad, pero sí a la producción.