El Banco de España avisa: la falta de vivienda amenaza con generar un "cuello de botella"
Según los cálculos de la entidad, son necesarios 7,2 años de renta bruta para satisfacer el precio de un piso

La crisis de vivienda que atenaza a España tiene un impacto profundo y multifacético en la vida de las personas. Así, afecta a nivel económico, emocional y profesional, y además trastoca muchos planes de futuro y la estructura social en general.
Ahora, una voz de autoridad como es el Banco de España avisa en su Informe Anual de 2024 de que el déficit de nuevos hogares, que está en la horquilla de 400.000 y 450.000 viviendas entre 2022 y 2024, amenaza con generar un "cuello de botella" para la economía española si no se toman medidas y se aborda de manera "decidida" y "holística".
Compensación de rentas
Con su advertencia, la institución encabezada por José Luis Escrivá viene a decir que no bastan medias tintas ni medidas tímidas. De hecho, el Banco de España aboga por diseñar nuevos programas de compensación de rentas del alquiler para los arrendadores, con el objetivo de incrementar la oferta de vivienda y paliar el desequilibrio en el mercado.

Este desequilibrio, cree el Banco de España, está "aún lejos" de reducirse de manera significativa a corto plazo y amenaza con crear un problema social de "primera magnitud". Podría aducirse que este problema social ya existe: los alquileres están disparados, la edad media de las personas que comparten vivienda ronda los 33 años, según Fotocasa, y regiones como Cataluña, según La Vanguardia, registran una media de 20 desahucios al día.
Seguridad jurídica
Por ello, el Banco de España también propone crear nuevos programas de aseguramiento público y fomentar la existencia de un marco regulatorio y contractual estable que garantice la seguridad jurídica en el mercado de la vivienda.
Además, menciona la importancia de la colaboración público-privada para incrementar el parque de alquiler a precios asequibles; de la reducción de fricciones administrativas y regulatorias en la producción de suelo o construcción y de la reducción costes de producción de viviendas a través del impulso de la construcción industrializada.

180.000 nuevos hogares
En el informe se indica que la demanda de vivienda se mantuvo robusta en 2024 por un incremento de la población y de creación neta de hogares, puesto que se sumaron 180.000 nuevos hogares en el conjunto del año.
A esto se añade la demanda de vivienda por parte de los no residentes (el 8,4% del total en 2024) y el alquiler de vivienda turística, con un promedio de 50.000 unidades nuevas en 2024 respecto al año previo, lo que supone una presión "adicional" al mercado de la vivienda.
Sin grandes desarrollos urbanísticos
Por otra parte, el Banco de España aprecia una ausencia de grandes desarrollos urbanísticos o que hayan aumentado la producción de suelo finalista en las grandes áreas urbanas, algo necesario para incrementar la oferta de vivienda.

La entidad cree que la capacidad máxima del parque de vivienda actual permitiría absorber unos 310.000 hogares en Barcelona (13,2%) y unos 390.000 en Madrid (14,3%) si se movilizaran todas las segundas residencias, las viviendas con usos alternativos y las desocupadas.
Subida de precio
La tasa de crecimiento interanual del precio medio de la vivienda en términos reales en España alcanzó el 8,7% en el último trimestre de 2024, lo que supone un subidón del 39,8% desde el mínimo registrado al final del ajuste del mercado inmobiliario en el primer trimestre de 2014.
En este período, el precio real de la vivienda nueva se ha incrementado a un mayor ritmo (62,1%) que el de la vivienda usada (36,4%), con gran heterogeneidad por comunidades. De esta manera, se necesitan 7,2 años de renta bruta para satisfacer el precio de una vivienda, en línea con el esfuerzo promedio de los tres últimos años y con la media registrada por este indicador en 2004.
Coincidencia con el Gobierno
Desde el Ministerio de Vivienda se ha destacado que el Informe Anual del Banco de España coincide en el diagnóstico y "avala" la política de vivienda del Gobierno, que se basa en tres ejes: hace falta más vivienda, hay que mejorar la regulación y hay que dar mayores ayudas a colectivos concretos.
En este sentido, ha indicado que se ha reducido el déficit de viviendas, que pasa de las 600.000 que hacían falta en 2023 a las entre 400.000 y 450.000 que hacen falta ahora.