Carlos Ríos: "En mi restaurante hay buenos procesados"

Carlos Ríos y su Realfooding son más que conocidos. Amado y odiado, la marca del nutricionista onubense lleva tiempo sembrando debates sobre lo qué es o no saludable. Para comprobarlo, basta con echar un vistazo a la hemeroteca. El pasado año, el helado sano del influencer recibió críticas de expertos que aseguraban que no es posible hacer un ice cream saludable.

Ahora, Carlos Ríos apuesta por las hamburguesas sanas. Lo hace en su primer restaurante: Realfooding to Eat. Un local que abrió el pasado viernes 6 de octubre en Barcelona. Un sitio que presume de ofrecer comida rápida sana. Consumidor Global ha tenido la oportunidad de hablar con el popular nutricionista sobre su nueva aventura empresarial.

--¿Qué hay en la carta de Realfooding to Eat?

--La carta tiene dos vertientes. La comida rápida saludable y los platos realfooding. En el primer caso, se trata de reversionar platos típicos que suelen ser ultraprocesados y hacerlos con buenos ingredientes. Por ejemplo, nuestra burger con buena carne de calidad, pan 100% integral, salsas con aceite de oliva virgen extra, buena cantidad de vegetales. 

--El AOVE es uno de los productos que más se ha encarecido, ¿cómo afectará al precio final que paga el consumidor?

--Es cierto que el encarecimiento del aceite de oliva virgen extra, que es la única grasa que utilizamos, supone un mayor coste para nosotros, pero la clave está en el volumen. Si conseguimos tener un buen volumen de rotación de muchos pedidos, nos saldrá más barato el aceite. 

--¿Y si eso no ocurre?

--No vamos a subir el precio porque ahora cueste un poco más caro. Lo vamos a mantener, pero sobre todo la clave aquí está en el volumen. Nuestra idea es que tú puedas comer con un ticket de 15 euros.

--La kombucha, que viene a sustituir a la Coca-Cola, cuesta casi 4 euros frente a los 2,50 que puede costar en Burger King. ¿Cómo hará para que el consumidor decline ir al Burger King y prefiera venir a su restaurante?

--La comida basura es más barata. Eso lo sabemos todos. Si nosotros ofrecemos el valor de que puede disfrutar de una comida al tiempo que está cuidando de su salud, ese es el valor percibido que obviamente hay gente por el que está dispuesta a pagar más. Seremos más caros que un McDonald’s pero tenemos precios competitivos para que sea accesible a todo el mundo. La kombucha ahora mismo puede ser más cara. Pero bueno, también es cierto que si a lo mejor conseguimos un gran volumen de kombucha, podemos reducir el precio. 

--¿Una hamburguesa puede ser saludable?

--Si la hacemos con buenos ingredientes, sí. Que algo sea saludable o no, no depende del nombre sino de los ingredientes que lleva. Sabemos que, por ejemplo, los azúcares refinados no son saludables. Por tanto, no los utilizamos. Sabemos que las harinas blancas no integrales a la larga pueden generar problemas. No utilizamos harinas blancas. Sabemos que hay aceites, como el aceite de palma, aceite refinado girasol, que a la larga no son saludables. Por tanto, evitamos esos ingredientes que sabemos que no son buenos. 

--Cuando una persona va a Goiko o McDonald's, a veces lo hace como una excepción en la dieta. ¿Cómo engancha su restaurante al consumidor frente a los antojos que suscita la comida rápida tradicional? 

--La gente tiene que decidir. Yo veo también totalmente perfecto que un día se vaya a un Goiko. Lo que pasa es que esa comida, ya sea un McDonald's o un Burger King o cualquiera otra de esas comidas rápidas, no es para que se la coma de forma frecuente. Los que ya no estamos tan acostumbrados a esa comida nos sienta peor. En nuestro caso estamos dando una alternativa también para esa gente. Que sea saludable no está reñido con que sea apetecible. Quizá tiene menos sabor, eso se lo compro. Al final utilizamos menos sal y no utilizamos azúcar. 

--En la promoción hace un guiño a Vicio y Burger King: "Somos tu Vicio sano" y "Somos el King de las burgers". ¿Por qué?

--Al final yo creo que está ese hueco en el mercado. Es decir, oye, hamburgueserías orientadas a hacerlo más palatable y más sabroso, hay un montón y lo están haciendo muy bien. El que nosotros hagamos cosas apetecibles pero con el objetivo de que sea lo más saludable, no lo hay tanto. Entonces queremos competir en este mercado con comida deliciosa, pero lo más saludable posible. De ahí un poco el guiño a esas cadenas. 

--En la actualidad, el consumidor paga antes 15 euros por una hamburguesa como la de Vicio que por una saludable. ¿Cómo afronta esta competición?

--Abarcando al público que realmente quiere cuidarse. Es decir, que también eventualmente yo mismo podré comer comida ultraprocesada sin problema pero ya que hay una opción que entra en el mercado de comida más saludable, pues ese nicho captarlo. Producir alimentos saludables tiene un mayor coste que el de la comida ultraprocesada. Por tanto, eso se refleja en el precio.

--¿En su menú serán todos los alimentos frescos?

--Claro, al final, dentro de lo que cabe, las materias primas son lo menos procesadas posible y utilizaremos técnicas de conservación totalmente buenas, como por ejemplo la congelación. Si tenemos que transportar las hamburguesas, pues lo mismo vendrán congeladas. Pero eso no tiene ninguna repercusión negativa ni en la salud ni en la calidad del producto. Al final lo que más interviene en la salud del producto son los ingredientes y cómo los preparamos. Nosotros utilizamos el horno, el airfryer o la plancha.

--¿Pero va a haber algún procesado?

--Claro, pero buenos procesados. La crema de cacao con nata y cookie Realfooding, pues es un buen procesado. Las salsas todas se hacen aquí con ingredientes caseros. Y luego pues algunas cosas, por ejemplo los burritos son 100% integrales y son un buen procesado.