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El secreto de las cervezas artesanas de España que resiste a las estrellas del sector

La cerveza elaborada de forma artesanal ha brotado en el mercado español con diferentes marcas que todavía sobreviven a las industriales

Un cartel luminoso de una cervecería artesanal / PEXELS
Un cartel luminoso de una cervecería artesanal / PEXELS

A Pablo Sánchez le cuesta llamar socio a su compañero de batallas en esto de la cerveza, Francisco García, “ya que ha sido mi amigo toda la vida”. Estos dos madrileños se lanzaron hace ya algo más de dos años con un proyecto que, reconocen, “fue inesperado”: fabricar su propia cerveza artesana. Como ellos, son hasta 500 los cerveceros artesanales que hoy en día resisten en España a las estrellas del sector, con sólo un 2 % de cuota de mercado, según detallan fuentes de la industria a Consumidor Global.

Lo más destacado de la cerveza de Sánchez y García es su claro enfoque local. Que se llame 28030, no es ninguna casualidad, es el código postal de su barrio, Moratalaz. “Nosotros somos pequeños dentro de los pequeños”, reconoce Sánchez a este medio. Su proyecto, como el de la mayoría de las birras artesanas de España, o de las startups estadounidenses, arrancó en un garaje, con un kit de fabricación.

Por qué la cerveza artesanal resiste a las gigantes industriales

Empezaron a vender a amigos, luego a conocidos y al final, el boca a boca, hizo que 28030 se extendiera por todo el barrio. “Oye, una cerveza con el código postal de aquí, vamos a probarla”, relatan algunos consumidores. En su caso, 28030 es una nómada, es decir, no tiene fábrica propia.

Fábrica de la cerveza artesana Yakka / CG
Fábrica de la cerveza artesana Yakka / CG

Para su producción se sirven de las instalaciones de otra artesanal, Grúa, que tiene su fábrica en Santander. Y es que el compañerismo, según coinciden varias fuentes del sector, es una de las claves y secreto para operar en este mundo de tiburones. “Nosotros creemos que hay sitio para todos y que hay que compartir”, cuenta Javier Bajo, de La Bandolera, una birra artesanal cordobesa.

De elaborar birra en un garaje a 30.000 litros mensuales

El caso de la murciana Yakka es el resultado de la amistad que surgió entre tres cerveceros. Allá por 2009, Siul Herrero comenzaba a fabricar de forma muy precaria y casera su propio zumo de cebada. Más tarde, empezó su recorrido nómada en otras fábricas hasta que consiguió, junto a otros dos socios, crear una producción de 30.000 litros al mes.

“La diferencia de esta industria es el compañerismo. La amistad es el pilar para funcionar y seguir”, asegura a este medio, Paco Torrecillas. Según cuenta este cervecero, el principal secreto de Yakka es que se trata de una cerveza “viva”, sin pasteurizar y con sabores y olores muy variados.

Originalidad y trato personalizado

“Lo que más destaca de nuestro sector es la cantidad de estilos y sabores que hay, nos gusta experimentar y recuperar recetas tradicionales para innovarlas”, explica Torrecillas. Estos fabricantes tratan de aprovechar la originalidad de las recetas y experimentar para ofrecer resultados personalizados. “A todo el mundo le gusta la cerveza, cada uno tiene que encontrar la suya y probarla”, reivindican desde Yakka.

Cerveza artesanal Cerex / CG
Cerveza artesanal Cerex / CG

Trato más cercano, calidad de los productos e infinidad de sabores son algunos de los reclamos que estos productores destacan frente a las grandes marcas. “Con una industrial no puedes elegir estilo, en nuestro caso sí, y eso ayuda a descubrir un mundo de posibilidades”, remarca Torrecillas.  

Y, tú, ¿de qué eres? ¿De caña del bar o de estilos diferentes? 

Según explican los pequeños cerveceros, las estrellas del sector o titanes no deben suponer un gran competidor, sino sectores distintos con los que convivir. Y es que, quien toma una caña en el bar de abajo de cualquier barril industrial, también puede beberse una cerveza de trigo artesanal en cualquier feria especializada.

“El público de cerveza artesana, también bebe industrial y viceversa, es una apuesta a la variedad”, indica Raúl Tejerina, codirector del programa Cervecería de la Universidad de Alicante. Además, este advierte que no todo lo artesanal es bueno: “Hay mucha cerveza hecha de forma artesana que es mala, al igual que pasa con la industrial. Hay mejores y peores”. Por otro lado, Tejerina destaca que las grandes marcas también se han lanzado a sacar ediciones especiales porque saben que a mucha gente le gusta lo diferente.   

El lúpulo manda

En cuanto a estilos y tipos, todos los fabricantes coinciden en la importancia del estilo IPA o Indian Pale Ale. Y es que esta receta que cuenta con un extra de lúpulo ofrece un sabor más afrutado e interesante para los cerveceros que se inician en lo artesanal. “Es el estilo favorito por su facilidad de fabricación y la cantidad de subgéneros que puede generar”, añade Tejerina.

Una persona vacía su botellín de cerveza en una fría jarra / FREEPIK
Una persona vacía su botellín de cerveza en una fría jarra / FREEPIK

Alfonso Vallejo, fundador de la extremeña Cerex, cuenta que su IPA de mango es la que más seguidores ha generado de las 14 bebidas distintas que ofrece en su tienda. “Las IPA marcan el ritmo de producción de todas las artesanales porque es muy adictiva”, añade Torrecillas de Yakka. De hecho, las grandes como Mahou o Damm también han lanzado sus propias ediciones IPA después de comprobar su éxito a pequeña escala. 

El precio, un hándicap para competir

Uno de los principales problemas que tiene la cerveza artesanal para abrirse más hueco en el mercado es su precio. Y es que el coste por litro es muy superior al de la convencional. “En precios es imposible competir”, sentencia Alfonso Vallejo, de Cerex.

“La cerveza industrial se hace con maíces y arroces de peor calidad, pero con mayor rendimiento en la fabricación, eso hace que se pueda producir una gran cantidad a un precio muy bajo”, cuenta Javier Bajo de La Bandolera. Comprar un tercio de este tipo, por ejemplo, tiene un precio de entre 3 y 5 euros, según la variedad y marca o si se consume en bar o en una tienda especializada.

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