Giro de 180 grados: la desconocida serie que triunfa en España y tiene solo dos temporadas

Una serie adictiva cuyo argumento y trama no decepcionan y rinde homenaje a la fama que ha adquirido entre sus espectadores de todo el mundo, que ya la califican de "la mejor serie de la historia"

La desconocida serie que triunfa en España y tiene solo dos temporadas/ @Instagram
La desconocida serie que triunfa en España y tiene solo dos temporadas/ @Instagram

Voy a ser honesta: me cuesta coincidir con la común masa de los mortales en lo que a gustos de series y cine se refiere. Habitualmente, lo que a mí me fascina ver frente al televisor atrae a menos gente de la que me gusta admitir, al igual que tampoco me atrapan en exceso las series que suelen convertirse en hitos de la televisión y acaban por tener diez temporadas o más.

Lo siento, pero a mí Perdidos o Juego de Tronos no me gustó como para acabarlas. Así, tal vez creas al leerme que no tengo gusto alguno. Pero, con la que hoy analizamos, sí coincido con el resto de opiniones en que es una verdadera delicia.

Así es la desconocida serie que triunfa en España: 'Severance'

Tres años habían pasado desde que Severance —conocida en España como Separación— irrumpiera en el panorama televisivo con la fuerza silenciosa de un clásico instantáneo. Considerada por muchos como una de las joyas del 2022, la serie volvió el pasado enero con una segunda temporada que continúa desplegando su inquietante universo de pasillos sin ventanas, memorias partidas y oficinas que parecen salidas de un sueño kafkiano.

Creada por Dan Erickson y dirigida, en su mayoría, por un sorprendente Ben Stiller —que aquí confirma su virtuosismo detrás de las cámaras— Severance ha sabido ganarse un espacio privilegiado en el catálogo de Apple TV+, aunque durante mucho tiempo fue un tesoro oculto del streaming. Sin embargo, su reciente desembarco en Movistar Plus+ ha permitido que más espectadores en España descubran esta singular propuesta, a medio camino entre el thriller existencial y la distopía emocional.

Un desconcertante experimento de Apple TV+ que consigue perturbar nuestra conciencia laboral

La premisa de Severance parece salida de un relato de Philip K. Dick, pero su ejecución es puro Stiller-Erickson: sobria, meticulosa y cargada de simbolismo. En un futuro tan cercano que resulta incómodamente plausible, la empresa Lumon Industries ofrece a sus empleados un procedimiento quirúrgico que divide su mente en dos: el "dentro" y el "fuera". Así, la persona que entra a trabajar —el denominado Innie— vive solo en su jornada laboral, sin acceso a los recuerdos personales, mientras que el Outie desconoce completamente lo que ocurre tras cruzar la puerta de la oficina.

Este experimento de higiene mental, presentado como una medida para mejorar la productividad y preservar la intimidad, oculta una realidad mucho más oscura. Y es en ese terreno ambiguo donde se mueve la serie: entre lo ético y lo monstruoso, entre lo humano y lo corporativo.

Una idea tan retorcida como fascinante: ¿Se puede uno partir en dos?

El epicentro emocional de Severance es el protagonista Mark Scout (un brillante Adam Scott), un hombre roto por el duelo que decide someterse a la separación como vía de escape. Pero pronto comprenderá que hay cicatrices que ni la tecnología puede borrar. A su alrededor, un grupo de compañeros tan entrañables como misteriosos —interpretados por actores de la talla de Britt Lower, John Turturro, Patricia Arquette o Christopher Walken— le acompañan en este descenso a un submundo burocrático donde la identidad se convierte en una ilusión y los recuerdos, en moneda de cambio.

La primera temporada nos dejó con el corazón en vilo y a la espera de un giro de trama y argumento que redefiniese todo lo visto hasta el momento. Ahora, en su segunda entrega, la historia se adentra aún más en las consecuencias de cruzar los límites de la separación. ¿Qué sucede cuando uno se empieza a cuestionar su propia existencia o al del sistema? ¿Y qué precio se paga por querer saber más? Preguntas que parecen salidas de Matrix y su famoso duelo entre la pastilla azul o roja.

Un fenómeno desconocido que nos ha conquistado el televisor

Severance no es solo una serie brillante, es un acto de resistencia creativa. Con un 97% en Rotten Tomatoes y un 8,7 en IMDb, ha sido aclamada por crítica y público, y no obstante, aún parece ser una desconocida para muchos. En un ecosistema saturado de contenidos, esta obra se impone como un oasis de inteligencia narrativa, donde cada plano está pensado y cada silencio, cargado de sentido.

La estética de la serie, entre lo minimalista y lo perturbador, dialoga con la filosofía que la sustenta: ¿Quiénes somos cuando trabajamos?, ¿Podemos dividirnos sin rompernos? Dan Erickson y Ben Stiller no buscan respuestas fáciles. Nos invitan, más bien, a sentarnos frente al espejo, aunque el reflejo nos resulte incómodo.

Con un reparto coral que parece sacado de un sueño de casting —e incluso con cameos como la voz de Keanu Reeves en un guiño a la película que le dio a conocer (Matrix) y el argumento del despertar de la conciencia—, Severance se erige como una de las series más potentes de los últimos años. Una que no grita, pero sí deja eco. Una que no olvida, aunque sus protagonistas lo intenten con todas sus fuerzas. En tiempos donde todo parece diseñado para distraernos, esta serie nos pide algo radical: atención y toma de consciencia. Y vaya si la merece.