Los hospitales con menor tiempo de espera para una consulta con el neumólogo
Neumología es una de las especialidades médicas más demandadas, sobre todo en invierno con la llegada de los virus respiratorios. En Madrid, el Hospital Ramón y Cajal y la Fundación Jiménez Díaz son los centros que presentan menor tiempo de espera
Durante los meses de invierno, bajan las temperaturas, aumentan las infecciones respiratorias y la demanda de atención para consultas de Neumología se dispara. La labor de los neumólogos resulta esencial para garantizar un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado de las enfermedades respiratorias. En este tipo de patologías, el tiempo juega a favor del paciente: cuanto antes se identifique el problema y se inicie el tratamiento, mayores son las posibilidades de recuperación y de mantener una buena calidad de vida.
Los tiempos de espera en los hospitales para obtener una cita con el neumólogo cobran especial importancia en este contexto. En la Comunidad de Madrid, el plazo para conseguir una consulta con este especialista varía de forma considerable según el centro sanitario al que se acuda.
Dos grandes centros de referencia, los más eficaces
Según los últimos datos publicados por el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), correspondientes al mes de septiembre, dentro de la red pública hospitalaria, el Ramón y Cajal y la Fundación Jiménez Díaz son los centros con menor tiempo de espera para una consulta con el neumólogo, con 8,29 y 16,75 días, respectivamente. En tercer lugar se sitúa el Hospital General de Villalba, con 17,18 días, y en cuarto, el Hospital de Torrejón, con 20,58 días.
Entre uno y dos meses de espera presentan el Hospital Clínico San Carlos (30,86 días), el Hospital 12 de Octubre (31,19), el de la Defensa Gómez Ulla (34,93), el Rey Juan Carlos (37,57), el Gregorio Marañón (37,76), el Hospital de Getafe (38,07), el Príncipe de Asturias (52,17) y el Hospital Fundación Alcorcón (55,16). Superan los dos meses de espera La Princesa (61,59 días), el Infanta Sofía (62,42), el Infanta Leonor (62,42) y el Severo Ochoa (65,7).
Entre los centros con mayor demora están el Hospital Universitario de Móstoles (79,72 días), el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (91,97 días) y, en las últimas posiciones, con más de 100 días de espera, el Hospital La Paz y el de Fuenlabrada, con 105,37 y 117,12 días, respectivamente.
Madrid muy por debajo de la media nacional de espera para consultas
Según los últimos datos del Sistema de Información sobre Listas de Espera (SISLE), Madrid se encuentra muy por debajo de la media nacional de espera para consultas externas, que es de 105 días. Además, se sitúa entre las tres comunidades con menor demora del territorio nacional. Un hecho especialmente relevante si se tiene en cuenta que es la región con mayor presión asistencial del país, con 121,37 personas en lista de espera por cada mil habitantes, una cifra muy superior a la media estatal (83,21).
Los últimos datos oficiales del Servicio de Salud Madrileño reflejan, además, un descenso en los tiempos medios de espera y una notable reactivación de la atención sanitaria para citas con el especialista en Madrid. La demora media para acceder a una primera consulta se situó en septiembre en 76,76 días, frente a los 78,83 registrados en agosto, un recorte de algo más de dos días, muy positivo en un contexto de fuerte incremento de la actividad asistencial: los hospitales madrileños atendieron a 393.710 pacientes, un 74% más que el mes anterior.
Por su parte, la espera media de las personas que ya fueron atendidas se mantuvo estable, en torno a 38,8 días. Esta cifra, más baja, refleja el tiempo real que esperaron quienes finalmente tuvieron su cita durante el mes. Además, la demora media prospectiva —que anticipa la evolución de las esperas futuras según las citas aún pendientes— descendió ligeramente, de 50,94 a 50,79 días, consolidando así la tendencia positiva.
El reto ahora es consolidar estos avances para que el acceso a la sanidad madrileña sea cada vez más ágil, equitativo y sostenible. Reducir los tiempos de espera en consultas externas tiene un impacto directo en la salud de los pacientes, al permitir diagnósticos más rápidos e iniciar tratamientos en plazos razonables, lo que repercute de forma positiva en su calidad de vida.

