La práctica que sigue Lola Herrera para decorar su hogar: "Hace años que vacié las paredes"
Cómo aplicar el Feng Shui en la decoración del hogar para lograr armonía, calidez y bienestar en cada espacio como lo hace la actriz Lola Herrera

En el universo del diseño de interiores no se trata solo de estética, sino también de energía y sensaciones placenteras al atravesar el umbral del hogar. Cada rincón de nuestro hogar tiene el potencial de convertirse en un refugio de bienestar si sabemos cómo distribuir y vestir los espacios con intención.

Más allá de tendencias pasajeras, algunas filosofías ancestrales como el Feng Shui siguen marcando pauta en la forma en que habitamos nuestras casas. Esta práctica milenaria, originaria de China, propone algo tan simple como profundo: alinear nuestro entorno con nuestro equilibrio interior. Y si estamos una época en al que nos sentimos apegados a malas sensaciones, probablemente también lo estemos a los objetos.
El truco de Lola Herrera para que la energía fluya: sin impedimentos visuales
Uno de los rostros más conocidos del panorama de la interpretación española, que es también una fiel defensora es la actriz Lola Herrera. A sus noventa años, ha convertido su hogar en un ejemplo de serenidad y funcionalidad. En una entrevista reciente para el medio Diez minutos, confesaba que decidió despejar sus paredes y reducir adornos.
“Hace unos años que vacié las paredes de mi casa porque me encanta verlas desnudas. He simplificado mi vida en la medida que puedo hacerlo”, explicaba, revelando así una búsqueda consciente de simplicidad y desapego arbitrario donde ella elige qué es relevante y qué no en su hogar. Esta elección, más allá del estilo, refleja una filosofía de vida: menos objetos, más calma.
Un ejercicio que no suele ir de la mano de las prácticas que realizan las personas en la vejez, pues practicar el desapego se puede convertir en una tarea absolutamente demoledora. Y es que con el paso de los años, muchos objetos se convierten en contenedores de memoria. Una taza, una carta antigua o un mueble heredado pueden representar momentos felices, personas queridas o etapas importantes de la vida. Deshacerse de ellos puede sentirse como borrar parte de la propia historia, por ello actúa abigarrando paredes y muebles con elementos decorativos que más valor sentimental que de estilo deco.
El arte de crear armonía en casa: cuando menos es más: la potencia de un espacio vacío
Cuando las paredes se despojan de cuadros, estanterías y otros elementos decorativos, no solo se gana en limpieza visual. También se abre la posibilidad de proyectar una nueva narrativa en casa. A menudo, nos aferramos a lo decorado por costumbre, sin preguntarnos si esos objetos siguen teniendo un propósito. Vaciar una pared puede ser tan transformador como llenarla: invita a la introspección y crea un escenario neutro, listo para evolucionar con quienes lo habitan.

Pero también hay que tener cuidado. Una pared sin carácter puede restarle calidez al hogar, haciendo que los espacios se perciban impersonales o fríos. ¿Cómo encontrar el punto medio entre el vacío intencional y el abandono estético?
Vestir sin recargar: Cómo decorar de forma consciente
No todo es colgar cuadros. Si quieres sumar textura, confort y alma a una estancia sin saturarla, aquí van algunas ideas que los interioristas adoran:
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Juega con el color: sustituye el blanco puro por tonos más cálidos y suaves como el arena, el topo o los grises empolvados. Son opciones discretas pero con mucha presencia, capaces de cambiar por completo la percepción de un espacio sin robarle ligereza.
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Papel pintado con personalidad: una pared empapelada puede transformar el ambiente, como motivos naturales, geométricos o tejidos visuales, que aporten elegancia sin estridencias. Lo ideal es que el diseño complemente el espacio, no que compita con él.
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Molduras para sumar dimensión: las molduras son un recurso atemporal para dar carácter a una pared. Ya sean minimalistas o clásicas, añaden textura y sofisticación, incluso si las pintas del mismo color que el fondo. Un pequeño gesto que multiplica la sensación de diseño cuidado.
Decorar con intención: la mirada del Feng Shui
Según esta filosofía oriental, el hogar debe fluir. Y ese fluir se logra con equilibrio: ni muy cargado, ni demasiado vacío. Por ejemplo, los cuadros deben elegirse con propósito. Se recomienda optar por imágenes que transmitan serenidad, belleza o inspiración —nada agresivo ni melancólico— y colocarlos a la altura de los ojos para generar armonía visual. El dormitorio no es lugar para obras dramáticas, ni la cocina para imágenes oscuras. Todo tiene su lugar, y su energía.

El Feng Shui también sugiere evitar espejos frente a puertas o camas, y ser muy conscientes del simbolismo de los objetos que decidimos mantener a la vista. A veces, el simple acto de reorganizar un espacio puede desbloquear una sensación de bienestar que ni sabíamos que estaba esperando.
Problemas de Feng Shui: ¿Sientes que algo no fluye en casa?
Cuando un hogar no está en sintonía con quienes lo habitan, se nota. Apatía, cansancio o irritabilidad pueden ser señales de que el entorno necesita una revisión. Plantas que no prosperan, bombillas que se funden sin explicación, discusiones sin motivo aparente… A menudo no es solo la decoración, sino la energía estancada que se esconde tras el desorden o los rincones olvidados.
No hace falta vaciar toda la casa como hizo Lola Herrera, pero sí detenernos a observar qué objetos suman, cuáles restan y qué espacios podrían respirar mejor si nos desprendiéramos de lo innecesario.