El chiringuito favorito de Belén Rueda en Menorca para ver el atardecer: “Tiene las mejores vistas”
Se trata de un pequeño bar-restaurante con unas vistas espectaculares sobre una cala de ensueño que parece un capricho del Mediterráneo

La boda de Belén Écija —hija de Belén Rueda— y Jaime Sánchez no fue un simple “sí, quiero”, sino una celebración extendida en el tiempo y cargada de simbolismo en un territorio que más que tratarse de un idílico lugar vacacional, es su lugar seguro. Por ese motivo decidieron casarse hace poco menos de un mes en Menorca.
La pareja convirtió cada momento en una experiencia compartida, empezando por una mágica preboda junto al mar en un sitio absolutamente encantador. El escenario elegido fue el chiringuito Som Sis, en la cala Binidalí. Un rincón discreto, pero delicioso al sur de la isla, donde el Mediterráneo pone la banda sonora y el paisaje lo firma la calma. Allí, entre cócteles, atardeceres y risas, comenzó una celebración que reflejó el alma libre y cuidada de sus protagonistas, amantes de la esencia más pura de la isla.
El chiringuito de Menorca donde la hija de Belén Rueda celebró su preboda
El lugar escogido para la celebración previa al “Sí, quiero” no fue otro que Som Sis, un chiringuito con encanto ubicado en la preciosa cala Binidalí, uno de esos rincones de postal que hacen de Menorca un destino único. “Tiene las mejores vistas”, comentaba un usuario en los comentarios de Tripadvisor.
No es de extrañar, que allí, rodeados de amigos, familiares y el sonido del mar, la pareja celebró una preboda mágica al atardecer que se alargó hasta bien entrada la noche.
Lejos de una fiesta improvisada, el plan estaba milimétricamente pensado: Ambiente relajado, vistas increíbles, coctelería cuidada y ese aire entre boho y mediterráneo que define tan bien a Belén. ¿El resultado? Una velada íntima, pero animada, que dejó el listón muy alto para el gran día.
Som Sis: cocteles, tradición familiar y un atardecer idílico
Som Sis no es un chiringuito cualquiera. Es un negocio familiar con historia, fundado en 2014 y ahora liderado por Alicia, hija de la fundadora, que ha sabido mantener el alma del lugar aportando un enfoque moderno y estiloso. Con una carta que apuesta por el producto local y de temporada, y una selección de cocteles que se disfrutan mejor con vistas al mar, este pequeño paraíso resume el espíritu de la isla.
Ubicado justo encima de la cala, con una terraza que mira de frente al Mediterráneo, el local tiene todos los ingredientes para convertirse en el sitio ideal para celebrar algo bonito... como una preboda, por ejemplo.
Binidalí: la cala secreta que enamoró a la novia
Belén Écija no eligió esta ubicación por casualidad. La cala Binidalí forma parte de sus recuerdos de infancia y veranos en Menorca. Con solo 25 metros de arena blanca, acantilados que la protegen del viento y unas aguas cristalinas que parecen de otro planeta, este rincón es uno de esos tesoros escondidos que la isla guarda con celo.
La idea de compartirlo con sus invitados en un momento tan especial solo hace que esta elección tenga aún más sentido: una forma de regalar parte de su historia personal en un entorno que no necesita filtros.
Un fin de semana lleno de momentos para recordar
Tras una noche de risas y brindis junto al mar, llegó el gran día. La ceremonia religiosa se celebró en la iglesia de Sant Climent, una pintoresca localidad en el municipio de Mahón. Aunque no hubo padrinos, se espera que el padre de la novia tuviera un papel muy especial acompañándola al altar. El banquete, fiel al estilo de toda la celebración, tuvo lugar en una finca cercana que completó un fin de semana de película.
Belén Écija y Jaime Sánchez han demostrado que una boda también puede ser una escapada mágica para todos los invitados. Y Menorca, con sus playas de ensueño y rincones llenos de autenticidad, ha sido el escenario perfecto.