Confirmado: así es la nueva tecnología que protege tu piel de la luz azul de las pantallas
Descubre la cosmética inteligente HEVen Light Shield, que neutraliza más del 99% de la luz azul, ayudando a conservar el equilibrio de la bacteria Staphylococcus epidermidis, que es esencial para la microbiota cutánea
Vivimos rodeados de pantallas. Ordenadores, móviles, tablets, televisores y focos LED iluminan cada instante de nuestras jornadas, proyectando una radiación que va más allá de lo que perciben nuestros ojos: la luz azul. Este espectro, perteneciente a la luz visible y con una longitud de onda comprendida entre los 400 y 500 nanómetros, no solo influye en el sueño o el estado de ánimo, sino también en la salud de la piel.
En los últimos años, la comunidad científica ha comenzado a analizar cómo esta exposición constante, especialmente la proveniente de fuentes artificiales, puede afectar el equilibrio cutáneo. Lo que antes era una curiosidad académica se ha convertido en una preocupación real para dermatólogos y marcas cosméticas: la luz azul puede acelerar el envejecimiento, alterar la hidratación y dañar las defensas naturales de la piel.
Cosmética inteligente: la ciencia que defiende tu piel de la luz azul
La dermatóloga Paz Cerdá Escar explica que la luz azul natural, proveniente del sol, cumple funciones biológicas clave, como la regulación de los ritmos circadianos. Sin embargo, cuando la exposición proviene de dispositivos electrónicos durante horas continuas, los efectos se tornan menos beneficiosos.

Entre las principales consecuencias destacan:
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Deshidratación cutánea: la radiación azul modifica las moléculas que regulan la retención de agua en la piel. Esta pérdida de hidratación afecta directamente a la producción de colágeno y elastina, responsables de mantener la firmeza y la elasticidad.
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Manchas e hiperpigmentación: la luz azul estimula la actividad de los melanocitos, lo que incrementa la producción de melanina y genera un tono irregular o aparición de manchas oscuras.
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Envejecimiento prematuro: la reducción de colágeno y la alteración de la estructura dérmica se traducen en arrugas y pérdida de luminosidad, acentuadas por la deshidratación y los cambios de pigmentación.
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Estrés oxidativo: al penetrar en capas profundas, la luz azul genera un exceso de radicales libres que dañan las células y debilitan las fibras estructurales de la piel.
Estos hallazgos han impulsado a la industria cosmética a desarrollar nuevas fórmulas con filtros HEV (High Energy Visible Light), capaces de proteger frente a este tipo de radiación invisible pero cada vez más omnipresente.
HEVen Light Shield: cuando la biotecnología se alía con el perfume
La respuesta más innovadora hasta la fecha llega de la mano de EMSA Esencias Moles, una empresa española especializada en fragancias que ha decidido llevar su experiencia más allá del olfato. Durante la última edición de In-Cosmetics Asia 2025, celebrada en Bangkok, la compañía presentó HEVen Light Shield, una tecnología que busca convertir las fragancias en escudos inteligentes contra la luz azul.

El desarrollo, actualmente pendiente de patente, se basa en activos derivados de aromas naturales con la capacidad de absorber la luz visible de alta energía. En pruebas internas, EMSA asegura que incluso con una concentración mínima del 0,05%, el sistema es capaz de bloquear más del 99% de la radiación azul, reduciendo el daño celular y preservando la integridad de la piel.
Pero la innovación va más allá de la protección lumínica. HEVen Light Shield también ha demostrado proteger a la bacteria Staphylococcus epidermidis, una pieza esencial en la microbiota cutánea. Este microorganismo actúa como defensa natural frente a patógenos externos, y mantener su equilibrio es clave para la salud de la piel.
Del laboratorio al escaparate
Durante la feria asiática, EMSA sorprendió a los asistentes con una demostración visual que dejó clara la eficacia del sistema. Utilizando un spray fijador de maquillaje, la compañía comparó dos versiones: una con la tecnología HEVen Light Shield y otra sin ella.
HEVen Light Shield representa una nueva forma de entender la cosmética: productos que combinan bienestar sensorial y tecnología de protección avanzada.
Al iluminar ambas con un láser azul, solo la fórmula enriquecida logró bloquear casi por completo la radiación, evidenciando su capacidad de absorción. “Queremos que las fragancias no solo perfumen, sino que también protejan”, explicó Alex Moles, CEO de EMSA y tercera generación al frente del negocio familiar.
Una nueva categoría en el cuidado digital
Hasta ahora, la protección frente a la luz visible de alta energía estaba reservada a fotoprotectores solares y productos dermatológicos de nicho. Con HEVen Light Shield, el paradigma cambia: los perfumes, brumas faciales o cremas podrían convertirse en barreras cotidianas frente al exceso de exposición lumínica.
Esto abre la puerta a una nueva generación de cosméticos funcionales, que no solo aportan placer sensorial, sino también un beneficio tangible en la salud cutánea. Es la fusión entre ciencia, fragancia y biotecnología, una tendencia que gana terreno en el sector del bienestar tecnológico o “welltech”.
Retos y preguntas abiertas
Pese al entusiasmo que ha generado la innovación, todavía existen zonas grises. La empresa no ha publicado el INCI completo de la fórmula (es decir, la lista detallada de ingredientes) ni los resultados de ensayos clínicos independientes. Además, la regulación cosmética internacional aún no define con claridad cómo deben comunicarse los beneficios de los productos “anti-luz azul”.
Los especialistas coinciden en que la efectividad de estas tecnologías deberá demostrarse en condiciones reales de uso, con estudios a largo plazo. Sin embargo, reconocen su potencial: en un entorno donde la exposición digital es inevitable, estas soluciones pueden convertirse en una extensión lógica del cuidado diario de la piel.
El futuro del cuidado cutáneo en la era digital
HEVen Light Shield no es solo una novedad cosmética, sino el reflejo de una tendencia más amplia: la de los productos inteligentes, diseñados para adaptarse al ritmo tecnológico de la vida moderna. En los próximos años podríamos ver esta tecnología aplicada a maquillajes protectores, perfumes multifunción o incluso tejidos con propiedades fotoprotectoras.
La cosmética del futuro ya no se limitará a embellecer: también será una aliada del bienestar digital. Y, en un mundo donde las pantallas nunca se apagan, tener un “modo nocturno” para la piel podría ser la próxima gran revolución.



