La dieta de Isabel Preysler que mantiene su piel radiante: batidos, legumbres y mucha fruta
Los secretos de la socialité para lucir una piel perfecta: alimentación saludable, constancia y cosmética que no siempre es de lujo
Que Isabel Preysler sea el centro de todas las miradas allá donde va no es nada nuevo. Con sus memorias recién salidas del horno —Isabel Preysler: Mi verdadera historia—, su impecable presencia ha llamado aún más la atención. Esta, por supuesto, no es fruto del azar, sino del equilibrio entre disciplina, alimentación consciente y cuidados constantes.
Durante décadas, Isabel Preysler ha encarnado un ideal de sofisticación, elegancia y autocuidado que pocas figuras logran mantener con tanta naturalidad a pesar del paso del tiempo.
La socialité filipina, que acaba de repasar su vida en sus citadas memorias, ha compartido a lo largo del tiempo algunas de las claves que sustentan su impecable aspecto. Lejos de fórmulas mágicas, su secreto está en la constancia, el equilibrio y una dedicación diaria al bienestar que combina nutrición, ejercicio y belleza consciente.
Isabel Preysler: los secretos detrás de su eterna belleza
Lejos de rutinas complejas, Isabel sigue un ritual de cuidado diario que mantiene desde hace años y que aplica con rigurosa disciplina. Comienza con una limpieza profunda del rostro, seguida de un sérum rejuvenecedor y una hidratante aplicada tanto en el rostro como en cuello y escote… y el resto en manos —tres zonas que siempre recuerda cuidar con la misma atención que la cara—.
A esto suma el contorno de ojos, que utiliza mañana y noche, y una hidratación corporal diaria que refuerza la elasticidad de la piel. Isabel no cree en los milagros cosméticos, sino en la constancia y la prevención: “No se trata solo de usar productos caros, sino de ser constante”, ha afirmado en más de una ocasión.
Una rigurosa rutina de belleza: clínicas, ayunos y tratamientos
Cada verano, según ha revelado la revista ¡Hola!, la empresaria reserva unos días en una clínica de bienestar y ayuno terapéutico donde combina descanso, tratamientos detox y medicina integrativa. También mantiene cuidados regulares que forman parte de su imagen inconfundible: manicura semanal, cortes de puntas para mantener el cabello sano y sesiones periódicas de tratamientos capilares nutritivos.
Su maquillaje es discreto, luminoso y sin excesos. Prefiere las bases naturales, los labios en tonos suaves y un toque de brillo en las uñas, siempre apostando por un acabado limpio y elegante.
Su filosofía alimenticia: batidos detox, fruta y legumbres
Para Isabel Preysler, la belleza empieza desde dentro. La alimentación, según confiesa, es el pilar que sostiene su bienestar físico y mental. Sus mañanas comienzan con un vaso de agua caliente con limón, seguido de un batido de frutos rojos, ricos en antioxidantes. Evita los fritos, los azúcares refinados y los alimentos procesados, apostando por ingredientes naturales y frescos.
Entre los productos que suelen formar parte de su dieta destacan las semillas de lino, por su contenido en omega-3 y fibra, y los zumos verdes detox elaborados con brócoli, pepino, espinacas, manzana verde y lima.
También ha optado por reducir el consumo de carnes rojas y lácteos, sustituyendo el azúcar blanco por edulcorantes naturales como la stevia o el sirope de agave. Prefiere los cereales integrales como la quinoa o el arroz integral, las legumbres y una buena ración de frutas y verduras diarias.
Eso sí, no renuncia al placer: una onza de chocolate negro al día forma parte de su rutina, una costumbre que combina disfrute y antioxidantes.
Su estilo de vida: disciplina y bienestar
El ejercicio también ocupa un lugar importante en su agenda. Entrena varias veces por semana con la guía de un entrenador personal, alternando rutinas de tonificación y ejercicios de bajo impacto. Más allá de la estética, Isabel defiende el movimiento como una fuente de energía y equilibrio para balancear su organismo.
De su estilo de vida podemos aprender una lección fundamental: la constancia. La elegancia que proyecta no solo proviene de su genética privilegiada, sino de la coherencia entre su forma de cuidarse, alimentarse y vivir. Cuidar los pequeños detalles —como el cuello, el escote o la hidratación diaria— es lo que marca la diferencia con el paso del tiempo. También destaca su enfoque realista: no se trata de dietas extremas ni de sacrificios imposibles, sino de incorporar hábitos sostenibles que se conviertan en parte del día a día.
Xhekpon, el secreto cosmético (y económico) de Isabel Preysler que se convirtió en leyenda
Pocas cremas han alcanzado el estatus de mito como Xhekpon, un cosmético made in Spain que se convirtió en sinónimo de “efecto lifting instantáneo” tras vincularse al neceser de Isabel Preysler. La historia —mitad anécdota, mitad leyenda— cuenta que alguien la vio tirar un envase vacío en el baño de un aeropuerto y, desde entonces, el rumor se propagó hasta convertir la crema en un fenómeno viral.
Con un precio de apenas 6,99 euros, Xhekpon ha pasado de ser un producto discreto de farmacia a todo un icono de belleza. Su fórmula, basada en colágeno hidrolizado, centella asiática y aloe vera, promete mejorar la firmeza y la elasticidad de la piel, con resultados comparables a los de tratamientos mucho más costosos.
Más allá del mito, su éxito se explica por algo muy coherente con la filosofía de Isabel: productos eficaces, sencillos y con resultados visibles, sin necesidad de recurrir a excesos.
La verdadera lección de Isabel Preysler: constancia
Su secreto no reside en una sola crema ni en un alimento milagroso. La clave de Isabel Preysler es la coherencia. Mantener una rutina equilibrada, priorizar la calidad del descanso, hidratarse, alimentarse bien y cuidar la piel con mimo son los pilares que sustentan su eterna juventud.
Porque, al final, la belleza —como ella misma demuestra— no tiene que ver con la edad, sino con la armonía entre cuerpo, mente y actitud. Y si algo nos enseña Isabel Preysler, es que el verdadero lujo está en cuidarse cada día, sin prisa, pero sin pausa.