La mejor rutina para frenar el envejecimiento, según dermatólogos: "Limpiar la piel dos veces..."
¿Quieres saber cómo debes cuidar tu piel de cara a evitar la pérdida de colágeno y elasticidad? La dermatóloga Ana Molina revela qué hacer para evitar el envejecimiento prematuro

Cuando se trata de cuidar la piel y retrasar los signos del envejecimiento, la dermatóloga Ana Molina —una de las voces más reconocidas en el ámbito de la divulgación dermatológica— tiene claro que la clave no está en los tratamientos milagrosos, sino en la constancia y en una rutina sencilla, basada en evidencia científica.
Rutina antiedad según la dermatóloga Ana Molina: ciencia, constancia y cuatro pasos esenciales
La dermatóloga Ana Molina ha convertido la ciencia del cuidado facial en una rutina accesible y efectiva para todos. Siguiendo sus cuatro pasos —limpiar, proteger, nutrir y transformar—, se consigue una piel más fuerte frente al paso del tiempo. Y, como ella misma insiste: “la constancia es el mejor cosmético que existe”.
En una reciente entrevista en el pódcast Tengo un plan, la especialista explicó cómo lograr una piel sana y luminosa en solo cuatro pasos que combinan limpieza, prevención y reparación.
1. Limpieza: el punto de partida indispensable
El primer paso, y quizá el más subestimado, es la limpieza facial. Según Molina, debe realizarse dos veces al día: por la mañana y por la noche. Esta rutina no solo elimina la grasa y la suciedad acumulada, sino que también prepara la piel para absorber mejor los productos que se aplicarán después. “Una piel limpia es una piel receptiva”, explica la dermatóloga.

El exceso de contaminación, el sudor o los restos de maquillaje pueden obstruir los poros y acelerar el envejecimiento cutáneo. Por eso, la limpieza constante es la base de cualquier tratamiento eficaz.
2. Antioxidantes: el escudo de la mañana
Con la piel limpia, el segundo paso matutino es aplicar un sérum con antioxidantes, como la vitamina C o el ácido hialurónico, que actúa neutralizando los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro. Este ingrediente no solo protege, sino que también aporta luminosidad y mejora el tono del rostro, combatiendo los efectos de la contaminación y la radiación solar.

Un ejemplo de sérum antioxidante eficaz es el Sérum Hyalu B5 Suractivated de La Roche-Posay. Su fórmula con ácido hialurónico, vitamina B5 y Madecassoside repara, rellena y calma la piel desde la primera aplicación. Con solo unas gotas cada mañana y noche, se reducen las líneas de expresión y se mejora visiblemente la textura del rostro, cuello y escote.
3. Protector solar: el antiedad más poderoso
El tercer paso, y el más crucial, es la fotoprotección. Molina recalca que el protector solar no es solo un cosmético, sino una herramienta médica preventiva. Aplicarlo cada día —incluso en días nublados o en interiores— ayuda a evitar arrugas, manchas y el daño celular causado por la radiación ultravioleta.

Una de las mejores opciones es el Heliocare 360º Color Gel Oil-Free SPF 50+ de Cantabria Labs. Este fotoprotector combina cobertura de maquillaje con protección avanzada frente a los rayos UVA, UVB, infrarrojos y luz visible, sin obstruir los poros. Su textura ligera y acabado mate lo hacen perfecto para pieles mixtas o grasas, mientras que su tecnología Fernblock®+ refuerza la piel con antioxidantes y activos reparadores. Además, está disponible en varios tonos para unificar el rostro de forma natural.
4. Retinoides: la transformación nocturna
Por la noche, después de una nueva limpieza, llega el momento de transformar la piel. Los retinoides, como el retinol o el retinal, estimulan la renovación celular y la producción de colágeno, mejorando la textura y firmeza del rostro. Su uso regular otorga un efecto rejuvenecedor visible y duradero.

Una fórmula destacada en este campo es la Avene Hyaluron Activ Procedure Crema Lifting Antiedad con Retinal, que combina retinal al 0,1% —tres veces más potente que el retinol— con ácido hialurónico y niacinamida. Este trío de activos trabaja en sinergia para hidratar, reafirmar y devolver vitalidad a la piel. Con una textura sedosa y un 97% de ingredientes de origen natural, esta crema ofrece resultados visibles en pocas semanas.
Alternativas específicas: manchas, arrugas o piel apagada
No todas las pieles envejecen igual, y Ana Molina insiste en la importancia de adaptar los productos a cada necesidad.
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Para manchas o marcas: el Sérum Mela B3 de La Roche-Posay es ideal. Su tecnología Melasyl™, junto con niacinamida y retinol, combate la hiperpigmentación y unifica el tono. En tan solo una semana, mejora el brillo y reduce hasta un 85% de las manchas oscuras.

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Para arrugas marcadas: el Sérum Hyalu B5 del que ya te hemos hablado antes sigue siendo una apuesta segura por su efecto rellenador y calmante, especialmente indicado para pieles sensibles o deshidratadas.
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Para piel joven o primeras líneas: el uso de productos con retinal (Avene Hyaluron Activ Procedure Crema Lifting Antiedad con Retinal) o hidroxiácidos suaves ayuda a mantener la piel lisa, equilibrada y sin imperfecciones. Una opción de mascarilla estupenda con hidroxiácidos es este producto de Elizabeth Arden: Visible Difference Peel and Reveal Mascarilla Revitalizante.

La clave: constancia y equilibrio
La rutina de cuatro pasos de Ana Molina —limpieza, antioxidantes, protector solar y retinoides— no busca resultados inmediatos, sino efectos duraderos. La ciencia dermatológica respalda este método porque aborda las principales necesidades de la piel: purificación, defensa, reparación y renovación.
No se trata de llenar el tocador de productos, sino de seguir una rutina coherente y sostenida en el tiempo. Con el uso continuado, la piel se vuelve más firme, uniforme y luminosa, reflejando no solo salud, sino también bienestar.