Josep Vilardaga, arquitecto de VIVIM Studio en Barcelona: "Construimos los sueños de las personas"

Entrevistamos a uno de los socios fundadores de este despacho barcelonés que proyecta, diseña y construye desde casas unifamiliares hasta oficinas de empresas como CaixaBank, Glovo y eDreams, entre otras

Josep Vilardaga, arquitecto de VIVIM Studio en Barcelona / GALA ESPÍN
Josep Vilardaga, arquitecto de VIVIM Studio en Barcelona / GALA ESPÍN

“La casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de la felicidad”, decía el gran Le Corbusier. Justamente esa dicha es la que proyectan en sus espacios Josep, Sergi y Pau, tres compañeros de universidad que aprendieron entre la tinta fresca y el clic imparable, entre reglas y renders, sospechando que un simple boceto podría convertirse, en cuestión de segundos, en la imagen hiperrealista de una vivienda, de un lugar donde vivir. Y así nació el despacho de arquitectura y diseño de interiores Vimworks (hoy VIVIM Studio y VEO Barcelona), en un mundo donde el ratón ya guiaba la mano, relegando al trazo directo al olvido. 

Ahora que de todo eso hace diez años, la solidez del hormigón se entrelaza con la realidad digital, porque la arquitectura, como la vida, no solo se adapta, se transforma dando lugar a nuevas formas de imaginar, construir y habitar. En este contexto, entrevistamos a Josep Vilardaga, arquitecto y socio de VIVIM Studio, en la redacción de Consumidor Global.

--¿Qué quería ser de pequeño?

--Era un niño que, como tantos otros, no tenía ni idea de qué quería ser. Aspiras a ser astronauta y cosas similares. Pero sí recuerdo que se me daban muy bien tres cosas: el deporte, la música y la plástica.

--La rama artística…

--Supongo que todo el tema artístico lo llevo un poco dentro, en el sentido de que vengo de una familia con tradición arquitectónica.

--¿Sus padres son arquitectos?

--Mi padre es arquitecto y mi abuelo fue decano del Colegio de Arquitectos de Catalunya. Lo he vivido en casa, y ese mundo fue calando poco a poco. Aunque nunca se recomendó, por parte de mi familia, que me dedicara a ese sector, sino todo lo contrario.

--¿Por qué? ¿Para no presionar o porque el mercado estaba mal en ese momento?

--Eran los años 90, y yo creo que fue por la experiencia que se había vivido en casa. Las cosas iban bien, pero la construcción en España estaba en un contexto de burbuja y especulación inmobiliaria. Es posible que esto generase un sentimiento de poca gratitud con lo que se hacía. Imagino que por eso no se quería transmitir, aunque es solo mi sensación. Al final, la arquitectura es muy vocacional.

--¿Recuerda el momento exacto en el que decidió que quería ser arquitecto?

--Recuerdo un momento, a las pocas semanas de empezar el bachillerato tecnológico, en el que tuve que tomar una primera decisión. Tenía que especializarme en física y química, y eso me llevaría hacia una ingeniería, o en dibujo técnico, que era la rama de arquitectura. Y, delante de esa tesitura, no hubo lugar a dudas. 

--¿Qué importancia tiene el dibujo en la arquitectura de 2025?

--En el proceso completo que implica un proyecto, yo creo que acaba teniendo poca importancia. Las mesas de dibujo con el rotring y el paralex fueron desapareciendo a partir de los años 90. Es evidente que la tecnología, los ordenadores, los nuevos programas y aplicaciones, sin duda la inteligencia artificial, han hecho que el dibujo a mano haya quedado como algo residual. 

--¿No se utiliza en el despacho?

--En el despacho se utiliza poco, pero en todo proyecto llega un momento, especialmente en las fases iniciales, donde el dibujo a mano te da una libertad a la hora de pensar y distribuir espacios que no tienes en una pantalla de AutoCAD o Revit, donde predomina la rigidez de línea. 

--Cuando éramos estudiantes todavía se dibujaba…

--Empezamos la universidad dibujando mucho, sí. En los primeros años de la carrera, recuerdo largas jornadas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona dibujando el hall de entrada, o en el propio hall del edificio Coderch de la Facultad de Arquitectura de Barcelona, donde las paredes rectas brillan por su ausencia. Al final, pienso que el dibujo a mano te da la capacidad de entender el espacio y representarlo en un plano. Pero, pasados los primeros años de universidad, el soporte digital dejó rápidamente el dibujo a mano en un segundo plano.

--VIVIM Studio no es un despacho de arquitectura tradicional. ¿Cómo lo definiría?

--VIVIM Studio se define como un despacho que busca impactar en la vida de las personas ahí donde más tiempo pasan, es decir, en el trabajo y en la vivienda. Siempre tuvimos muy claro que queríamos ser algo más que un despacho tradicional de arquitectura, tener varios focos, diversificar. De hecho, de nuestros inicios, de una casa y unos renders, surge la evolución de lo que somos hoy en día y nuestras dos marcas: VIVIM para los proyectos de arquitectura e interiorismo y VEO (Visual Experience Office), que nace como una agencia de visualización. Siempre nos ha apasionado no solo ejercer como arquitectos, sino también colaborar con otros estudios o empresas del sector de la arquitectura, el diseño, el marketing…

--¿Trabajáis más como arquitectos o como renderistas?

--En la actualidad, la arquitectura y el interiorismo tienen más peso que los renders y la visualización 3D. Estaremos en un 70-30%, más o menos. Pero tener el render y la animación tan interiorizada en nuestra manera de trabajar hace que pensemos los proyectos desde el 3D, desde el espacio y la volumetría, y al mismo tiempo las texturas y la materialidad. Esto nos aleja, quizás, de la manera más canónica de ejercer la arquitectura.

--De la vieja escuela…

--Correcto. De hecho, en sus inicios, el render era considerado como una especie de perversión de la representación arquitectónica. Porque la arquitectura se representaba con un dibujo a mano, en un plano, y hacer un render estaba mal visto. Era como pervertir el oficio porque enseñaba demasiado, de una manera demasiado fidedigna y real.

--¿Por qué se veía peyorativamente enseñar el proyecto de una manera más realista?

--Porque empezaba a restar importancia a la mano de un arquitecto que sabía hacer una perspectiva y enseñar ese dibujo a su cliente. De alguna manera, también democratizaba la manera de enseñar la arquitectura. Supongo que por eso la demonización del render duró poco.

--El cliente quiere ver cómo será su casa o su oficina antes de construirla…

--A día de hoy, todavía hay algunos arquitectos que siguen trabajando a mano, de una manera más tradicional. Pero nosotros quisimos aceptar ya de entrada esa nueva tecnología. Y así nació Vimworks, que es cómo nos llamábamos al principio. Asumimos la tecnología, entonces puntera, y la trasladamos a los proyectos. Esto nos permitía enseñar todo el proceso al cliente, que se sentía muy bien acompañado. También nos abrió muchas puertas, permitiéndonos llegar donde otros no podían llegar.

--¿Estabais en el lugar adecuado, en el momento adecuado, con los conocimientos adecuados?

--No hemos inventado nada, pero ser arquitectos y renderistas a la vez nos ha permitido convertirnos en especialistas en lo que hemos adoptado como el concept design, que es donde nosotros entendemos que está nuestra fortaleza y distinción, el punto donde se cruzan VIVIM y VEO. 

--¿A qué se refiere con ‘concept design’?

--A que VIVIM aporta la parte creativa y de conceptualización, y VEO la parte de representación e imagen. Este concept design nos permite ir mucho más allá de un anteproyecto. Entramos en conceptos, a priori, ajenos al mundo de la arquitectura, como la cultura empresarial del cliente con el que estamos trabajando, sus valores, los pilares que quiere transmitir, en toda la estrategia que hay detrás de un diseño…

--¿VEO es la puerta de entrada a muchos proyectos?

--Sin duda. Internamente siempre hemos dicho que VEO es el mejor comercial que tiene VIVIM. Históricamente, nos ha pasado mucho que hemos empezado a trabajar con clientes desde VEO, realizando algunos renders, concepts u otros servicios, y una vez nos hemos ganado su confianza, hemos acabado realizando proyectos desde VIVIM para este cliente.

--Explíqueme un ejemplo…

--Hace unos años, empezamos a trabajar para CaixaBank, para su departamento de marketing. Hacíamos renders y concebíamos espacios que acababa desarrollando un tercero. Como siempre ponemos todo nuestro cariño y saber hacer en ello, con el tiempo generamos una relación de confianza con el cliente. Y de unos renders, de varios encargos, de resolver problemas, pasamos a ejecutar un proyecto que habíamos renderizado.

--¿A qué proyecto se refiere?

--Fuimos invitados al concurso del Imagin Café, de la mano de la interiorista Georgina Pericot, con la que hemos trabajado juntos muchos años. Pusimos toda la carne en el asador y conseguimos lo que probablemente fue uno de los primeros grandes proyectos de oficinas. Ganamos el proyecto en 2016 y se ejecutó al año siguiente.

--En 2025, casi pasamos más tiempo en la oficina que en nuestra propia casa…

--Correcto. Por esto las oficinas son uno de los grandes focos que tenemos en el estudio. A nosotros lo que nos mueve es que acabamos impactando en la vida de las personas, ahí donde pasan la mayor parte del tiempo. En el trabajo y en la vivienda, principalmente, pero también en el ocio (espacios como restaurantes, gimnasios y hoteles,...). Vivir, trabajar y disfrutar mejor es el leitmotiv de VIVIM, el nicho donde creemos que podemos ser más relevantes. Porque, al final, impactamos de forma directa en el día a día de las personas que van a disfrutar y a vivir en ese espacio que tú has diseñado.

--¿Con qué multinacionales habéis trabajado?

--Desde CaixaBank, como te comentaba, o Fundación la Caixa, hasta eDreams, Glovo, la farmacéutica alemana Boehringer Ingelheim, la multinacional de servicios informáticos Seidor, que nació en Vic, Celo, empresa multinacional fabricante de fijaciones y tornillería, Gensler, que es uno de los despachos de arquitectura e interiorismo más grandes del mundo, entre muchas otras.

--Antes me hablaba de ese impacto en los lugares donde las personas pasan la mayor parte de su tiempo, ya sea en casa o en el trabajo. ¿Qué es lo más gratificante de pensar y construir unas oficinas de eDreams, Glovo o CaixaBank?

--Lo más gratificante es pensar que tu trabajo tiene un impacto directo en los trabajadores de este espacio y que este trabajo afecta de manera positiva en sus vidas. Es posible que los propios usuarios no sean conscientes de ello, pero diseñar un espacio de trabajo implica muchas cosas: pensar en las nuevas maneras de trabajar y relacionarse, pensar en el confort lumínico y acústico de los puestos de trabajo, confort visual, relaciones entre espacios de trabajo y espacios de distensión, pensar en cómo los valores de la empresa y su cultura florecen en cada esquina, en cada detalle... La verdad es que hay muchísimas capas a las que atacar para lograr un resultado satisfactorio, pero todo ello hace que al final nuestro trabajo tenga el resultado deseado por todas las partes implicadas del proyecto.

--Si hacéis la vida laboral un poco más agradable, seguro que el trabajador lo valora, ¿no?

--Sin duda. Uno de los mejores momentos es cuando llega el día 1, el trabajador entra a la nueva oficina y dice: ‘Wow’. Como te decía, lo más gratificante es ver que tu trabajo afecta de manera positiva en otras vidas y en un entorno concreto.

--Así ayudáis a retener talento a las empresas…

--Nos gusta pensar que si. Es un punto muy importante como arquitectos el saber que no solo somos los ejecutores de unas necesidades, sino que vamos de la mano de un cliente y participamos en su proceso de crecimiento, de transformación, y todo este proceso impacta en su trabajador y lo fideliza, sí. 

--Hoy en día, ¿no se puede decir que no a ningún proyecto?

--La respuesta canónica sería: ‘Hay que aprender a decir que no’. Pero lo cierto es que nosotros siempre hemos sido de ver oportunidades. Es decir, por más que parezca un proyecto muy complicado o que se aleja de nuestra línea de trabajo, valoramos las oportunidades que puede haber detrás de eso. También es cierto que, a medida que la empresa se va haciendo grande, poder elegir lo que acaba entrando y lo que no es un logro y, probablemente, un éxito. 

--Esa amplitud de miras de VIVIM, que igual te hace una oficina que una casa unifamiliar de alto standing, ¿es el secreto de vuestro éxito?

--Es posible. La verdad es que viene de nuestros orígenes. El nombre original Vimworks ya era una declaración de intenciones. ‘VI’ son las iniciales de los apellidos de Pau y el mío, y la ‘M’ viene de Sergi Madrid. Works es algo genérico, trabajos en general, no solo arquitectura. 

--Los despachos de arquitectura suelen poner el nombre del socio principal…

--Tal cual. Martínez arquitectura, por ejemplo. Esto viene dado porque, tradicionalmente, el arquitecto tiene un ego muy grande. Yo estoy a la cabeza, yo soy la estrella. Y no lo desmerezco, ni mucho menos, pero nuestra vocación siempre fue la de ser algo más, de hacernos indispensables para otras empresas, pero también para el cliente que quiere hacerse una casa. 

--¿El cliente particular entiende y valora esa calidad arquitectónica, ese saber hacer y cariño que ponéis desde que empezáis a dibujar y a crear un espacio hasta que ejecutáis la obra con unos determinados materiales?

--Yo creo que los clientes valoran nuestra vocación de servicio, nuestro compromiso por el trabajo bien hecho y nuestra dedicación. Luego hay clientes que tienen más sensibilidad arquitectónica y otros menos. No somos un despacho de arquitectura estrella que vamos a hacer nuestra obra a costa del cliente. Sabemos muy bien que nuestra obra la paga un tercero y nuestra voluntad, intentando siempre conseguir el mejor resultado arquitectónico posible, es que valore sentirse acompañado en todo momento y que sepa que ha tomado la decisión correcta al contratar nuestros servicios.

--¿Qué es lo que más le piden los clientes?

--Detectamos una gran preocupación con todo lo que se refiere al confort térmico de las viviendas, que sean eficientes energéticamente, el coste que tendrán los consumos en función del sistema de climatización que se ponga, etcétera. En este sentido, más allá de hablar de sistemas de climatización de aerotermia o geotermia, hay que hacer mucha pedagogía y explicar que el gran confort térmico y la gran eficiencia se definen al inicio del proceso de la vivienda, porque influyen desde la orientación hasta la posibilidad de plantar un sistema de construcción con materiales térmicamente aislantes. Por ejemplo, los paneles prefabricados de madera.

--Pero lo que más suele preocupar al que se hace una casa es que se cumplan los plazos de entrega. ¿Qué garantía ofrece VIVIM Studio en este sentido?

--Yo también añadiría el coste. Son los dos grandes temas de toda obra. Sinceramente, no hay una poción mágica que diga que no habrá ni un sobrecoste y que se cumplirá el timing al día. Nuestra única garantía para cumplir al máximo tanto el presupuesto como el plazo de entrega es que intentamos desarrollar unos proyectos muy extensos, que engloben hasta el último detalle. Esto permite que todo esté contemplado en el presupuesto y en el planning de la obra. Acompañar estos proyectos con imágenes virtuales para que el cliente entienda en todo momento lo que se está proyectando también es clave para evitar una de las cosas que más afecta al proceso de la obra, que son los cambios durante la obra porque las cosas no son como uno se había imaginado.

--Al final, el trabajo bien hecho, la puntualidad y el boca-oreja son clave, ¿no?

--En nuestro sector, donde los tiquets son muy elevados, la única estrategia comercial que funciona, al menos a día de hoy y en nuestro estudio, es la confianza que generamos en nuestros clientes, y que estos hablen bien de nuestra empresa a otros potenciales clientes. En el mundo residencial, estamos construyendo los sueños de una persona, a menudo con los ahorros de toda una vida. Si este fuera tu caso, ¿te lo jugarías a contratar los servicios de unos profesionales solo porque los has buscado en internet y te han salido en la primera página del resultado de búsqueda? Lo normal es que la gente siempre venga recomendada por un tercero.

--¿Cómo ve a VIVIM Studio en 2030?

--Lo veo como un estudio consagrado que ha seguido creciendo de la mano de nuestros clientes, y que esto nos lleva a seguir trabajando por todo el territorio nacional y en el extranjero, ampliando horizontes. Lo veo pasando a hacer edificación, al mismo tiempo que continuamos acompañando a las empresas en sus implantaciones interiores y mantenemos proyectos de menor escala, donde el detalle y el mimo alcanza otra dimensión. Porque, cuanto más grande sea el estudio y más proyectos podamos realizar, a más gente impactaremos en su día a día, y este es nuestro objetivo.