'Pumpkin Patch', la tradición importada de Estados Unidos que ya es viral en España este Halloween
Las explotaciones agrícolas cuelgan el cartel de "completo" y sus agendas apenas tienen huecos libres
 
    
Olvídate de comprar la calabaza en el supermercado. La nueva tendencia viral de este otoño se llama Pumpkin Patch y consiste en ir directamente a la huerta a recogerla y decorarla. Esta adaptación del agroturismo, importada de Estados Unidos al calor de Halloween, está arrasando en España, impulsada por un enorme impacto en redes sociales.
El resultado: las explotaciones agrícolas que ofrecen esta actividad cuelgan el cartel de “completo” y sus agendas apenas tienen huecos libres. Miles de familias buscan el plan de otoño perfecto y, de paso, la foto ideal para Instagram.
Fincas con “todo completo”
Lo que empezó como una actividad de nicho es ahora un fenómeno de masas. Hugo Vela, propietario de la explotación ecológica Monjarama en Madrid, fue pionero en desarrollar esta actividad hace siete años. Lo hizo para responder a la demanda de la comunidad americana, pero la idea tuvo “mucho éxito” desde el principio.

Vela señala que atrae a “cada vez más público”, especialmente familias que buscan una actividad de otoño y se encuentran con “pocas actividades tras el verano”.
Experiencia completa: talleres, viaje en tractor, uso de carretilla, etc.
El Pumpkin Patch no es solo llegar y coger una calabaza. Es una experiencia completa. Aunque algunas fincas ofrecen la entrada libre para solo buscar y pagar la calabaza al peso, la opción más demandada es la completa.
En Monjarama, por ejemplo, esta segunda opción incluye talleres sobre variedades de calabazas, un tentempié, viaje en tractor, uso de carretilla y el vaciado de la verdura para prepararla para Halloween.
¿Por qué se ha vuelto viral? FOMO e interés por el campo
El éxito no es casual. La viralidad en redes sociales y el FOMO (el miedo a perderse algo, Fear Of Missing Out) han jugado un papel clave. Sin embargo, los agricultores también señalan un creciente interés de las familias por conectar con la agricultura.
David de Hevia, propietario de la explotación ecológica Ecoterranea (Toledo), destaca que aún surgen muchas preguntas sobre cómo funcionan cultivos estacionales como el maíz, “y no solo en niños, sino también entre adultos”. Para Hugo Vela, esta actividad permite a las familias ver cómo el agricultor “da de comer”, en su caso, de una manera “ecológica, sin residuos químicos y lo más natural posible”.
Qué incluyen y cuánto cuestan los ‘Pumpkin Patch’
El fenómeno es tan potente que las cifras hablan por sí solas.
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Ecoterranea (Toledo): espera recibir a “unas 4.000 personas” hasta que finalice la temporada de calabaza, sobre el 25 de noviembre. El primer fin de semana que abrieron, ya tenían “800 personas” apuntadas.
	- La experiencia: ofrecen una cuota única de 19,90 euros por persona.
- Qué incluye: recoger y decorar una calabaza, una mazorca de maíz para comer y una limonada casera.
- Extras: los más pequeños pueden disfrutar de un laberinto de maíz con pruebas y otro hecho con balas de paja.
 
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Huerta la Floresta (Quijorna, Madrid): con cinco años de experiencia, ofrecen un modelo de “autoservicio” donde la gente puede recoger la calabaza “desde la mata”, comprarla e irse.
	- Talleres: también realizan talleres de decoración de calabazas hasta primeros de noviembre, que ya “están prácticamente llenos”.
- Qué incluye: pagando la cuota, se recoge la calabaza y la explotación facilita los utensilios para la decoración, además de permitir "una pequeña excursión por la huerta".
- Todo el año: ofrecen además visitas guiadas en cualquier época para conocer los cultivos de temporada, una auténtica “clase práctica”.
 
Esta tradición heredada de la cultura anglosajona se consolida así como el plan estrella del otoño, una forma de aprender sobre los cultivos estacionales sin dejar atrás la diversión y el tiempo en familia.
 
    

