Un restaurante emblemático de Barcelona se da de baja en Glovo: "Nos estrujan a comisiones"
Tras seis años trabajando con la compañía de 'delivery', los dueños de esta popular casa de comidas de Gràcia arguyen que ya no les sale rentable vender sus platos a través de la aplicación
“Lo hemos valorado mucho y no nos sale a cuenta estar en Glovo, por eso nos hemos dado de baja”.
Así resume el dueño de un restaurante emblemático de Barcelona su salida de la polémica aplicación de delivery tras más de seis años trabajando juntos.
Glovo se lleva el 30% de cada pedido
“Glovo se nos lleva el 30% de cada pedido. Esa es la comisión normal, y luego están los gastos de gestión, el extra por lluvia… Es una burrada”, expone a Consumidor Global el propietario de esta popular casa de comidas del barrio de Gràcia, quien prefiere mantenerse en el anonimato.

Debido a estas comisiones, “los bares y restaurantes que tienen Glovo suben los precios de sus platos para que les salga rentable. ¿Qué pasa si subo precios? Si el plato de 10 euros lo subo a 15, Glovo se lleva más todavía. Siempre estás supeditado a eso”, relata el hostelero.
El mantenimiento de la app
Al trabajar con Glovo, “también tienes que restarle las incidencias, las devoluciones, el servicio de entrega, la tasa de tiempo de espera… Porque, si tengo el restaurante lleno y me piden un Glovo, cada minuto de espera del rider tengo que pagarlo yo”, detalla el emprendedor.

Y luego está “el dichoso mantenimiento del sistema. ¿Yo tengo que pagar el mantenimiento de la aplicación de Glovo? No tiene sentido”, prosigue el dueño de este establecimiento, especializado en tapas y bocadillos de primera, que lleva cerca de 30 años abierto en una concurrida calle de Gràcia y se llena todos los días hasta la bandera.
“Nos estrujan a comisiones”
“Al principio, hace seis o siete años, nos ayudaron a llegar al público de la zona alta, nos dieron visibilidad, pero ahora ya no nos compensa”.
En la actualidad, el local lleva más de un mes sin estar en Glovo. “Preferimos no trabajar con ellos, porque nos estrujan a comisiones, y centrar todos los esfuerzos en nuestros clientes”, relata el dueño de este restaurante ex de Glovo.

