Conforama tiene a un cliente en espera más de un año por una pieza que "no existe"

El usuario lleva catorce meses esperando un elemento esencial de la cadena francesa para poder usar su mueble abatible

Una tienda de Conforama / EP
Una tienda de Conforama / EP

Alberto Martínez lleva esperando un año y dos meses a que Conforama, el gigante francés del mueble, le solucione un problema con un producto de 1.099 euros

La odisea comenzó cuando el cliente compró una cama abatible con armario el 28 de agosto de 2024. Estamos a finales de octubre de 2025 y la cama sigue sin tener una pieza clave. 

El origen del problema con Conforama

El mueble de más de mil euros sería entregado, en principio, a las tres semanas de la compra. Sin embargo, las tres semanas se convirtieron en meses. “Llegó octubre y aún no había llegado nada”, comenta Martínez a Consumidor Global. Tras reiteradas reclamaciones, el producto no llegó a su domicilio hasta diciembre de 2024, cuatro meses después de la compra. Según el testimonio del cliente, el envío se gestionó desde un almacén en Llobregat que, según le indicaron, alberga piezas con “taras”.

El producto en cuestión de Conforama   CAPTURA
El producto en cuestión de Conforama / CAPTURA

Y el presagio se cumplió. Los propios montadores advirtieron al cliente de la presencia de “una madera rota”. Ante la disyuntiva de aceptarla o arriesgarse a una nueva espera de varios meses, Martínez optó por aceptar el mueble. Pero el problema principal surgió al finalizar el montaje. “Venía con un pulsador para abrir la cama, pero no funciona”, le advirtió el técnico, quien le aseguró que tomaría nota para que la tienda gestionara el envío de un recambio. Era diciembre de 2024. Empezaba la verdadera odisea.

“¿Qué pulsador?” El bucle infinito

Pasaron las Navidades. En enero de 2025, al acudir a la tienda, Martínez descubrió que la incidencia no constaba en el sistema. “Aquí nadie ha pasado nota”, le informaron. Primer asalto. Se registra la incidencia de nuevo.

En febrero, sin noticias, el cliente volvió al establecimiento. El resultado fue idéntico: no había registro de la petición. “¿Qué pasa con el pulsador?”. De nuevo, la misma respuesta: “¿Qué pulsador?”. Se registra la incidencia por tercera vez. O eso parece. 

Conforama paralizó la gestión

En mayo de 2025, nueve meses después de la compra, los técnicos aparecieron en su casa, pero en la caja no había un pulsador mecánico; había unos tiradores que no tenían nada que ver con el mecanismo. Vuelta a empezar.

A este escenario se sumó un cierre temporal de la tienda entre mayo y julio por un trágico accidente en el centro comercial donde se ubica. Si bien este hecho es ajeno a la compañía, paralizó cualquier gestión durante el verano. Las llamadas del cliente en junio y julio no obtuvieron resultado.

La empresa dice ahora que “la pieza no existe”

El siguiente capítulo se escribe en septiembre. Tras un año de espera, llega la respuesta oficial de la compañía: “El fabricante dice que esa pieza no existe”.

“Que me la he inventado”, relata Martínez con incredulidad. “Que lo que hay en la foto y el vídeo parece que no existe”. El cliente subraya que la pieza es esencial para el uso del mueble: “Es casi imposible abrir la cama sin el pulsador, te destrozas los dedos”.

La hipótesis del cliente

A finales de septiembre, una empleada solicitó al cliente fotografías del mecanismo para intentar identificarlo en el manual del producto y rebatir la negativa del fabricante. El propio Martínez teoriza sobre la posibilidad de que se trate de un cambio en el diseño del modelo: “Como el fabricante dice que no existe, solo puedo llegar a entender que en el nuevo modelo no venga”.

El hueco donde debería ir el pulsador en la cama abatible   CEDIDA
El hueco donde debería ir el pulsador en la cama abatible / CEDIDA

Sea como sea, en el mueble de Martínez sí tendría que venir esa “maldita pieza”. De hecho, en la imagen que comparte el cliente, se pueden observar los huecos de cuatro tornillos, el lugar donde se debe colocar un pulsador mecánico y magnético ideado, precisamente, para abrir puertas sin tirador.

“He tenido muchísima paciencia”

Catorce meses después de la compra. Diez meses después de la entrega defectuosa. Un mueble de 1.099 euros sigue sin una pieza clave. “La verdad, creo que he tenido muchísima paciencia. Demasiada he tenido”, sentencia Martínez. 

Consumidor Global se ha puesto en contacto con Conforama para obtener su versión de los hechos. “Desde el primer momento se ha hecho seguimiento de la incidencia, relativa a unas piezas pendientes del mueble adquirido por este cliente”, señalan desde Conforama. “Actualmente, estamos trabajando para que la situación se resuelva completamente cuanto antes. Agradecemos la comprensión del cliente en todo el proceso y reiteramos nuestro compromiso de ofrecer el mejor servicio”, concluyen.