Lito, resucitador de locales emblemáticos de Barcelona: "Ojalá viniese Pepe Rubianes al bar Mundial"
Entrevistamos al cofundador de Grup Confiteria para hablar de su última apertura, la más canalla, la del centenario local del Born, que fue templo del boxeo en los cincuenta y acogió a escritores ilustres como Gabriel García Márquez en los años del 'boom'
La barra de mármol, los azulejos, los cuadros con retratos de los mejores púgiles locales, las mesas y las sillas, incluso el gran espejo del fondo en el que tantas tardes de invierno se reflejó el rostro bigotudo de Gabriel García Márquez, son los mismos. Es cierto, ya no son los años cincuenta y los aficionados al boxeo escasean entre el público. Tampoco son los felices sesenta, y los años del boom latinoamericano sonarán a chino al común de los jóvenes. Pero el bar Mundial, o Mundial Bar, como guste, todavía guarda la esencia de aquellos tiempos pasados.
A través de los cristales, la plaza de Sant Agustí Vell tampoco es ya la misma. Los árboles han crecido y las gentes visten ropas más coloridas que antaño, pero su fuente permanece intacta, y su convento gótico, también. Tan firmes e inalterables como la pasión de Lito Baldovinos y Enric Rebordosa, dos amigos de la infancia que no paran de resucitar bares emblemáticos de Barcelona. Desde La Confiteria, hasta el Bar Muy Buenas, pasando por el casi museístico Cafè del Centre, entre otras reliquias. Este miércoles, 10 de septiembre, tras cuatro años cerrado, han reabierto el centenario bar Mundial del Born. Aprovechamos la inauguración y la efeméride para hablar con Baldovinos.
--Me acuerdo, como si fuera ayer, de cuando inauguraron La Confiteria, una tienda de 1912 con olor a mantequilla junto a la avenida del Paral·lel. Era 2014. Ahora, una década después, tienen 16 bares en Barcelona. Muchos de ellos emblemáticos. ¿Cómo lo han conseguido?
--Pues ni idea, la verdad. ¿Por diversión? Nos lo hemos pasado muy bien... Aunque también ha habido momentos complicados. ¿Por pasión? Sí, sin duda. Nos mueve la pasión.
--¿Cómo definiría el bar Mundial en una frase?
--Es el bar de barrio de la familia Tort. Ellos son los que han levantado la persiana durante 96 años. Nosotros sólo vamos a intentar seguir la estela de lo que ellos hicieron.
--¿Por qué es tan especial?
--Yo venía en la época de la universidad, y venía por el jaleo, porque te lo podías pagar y porque era divertidísimo.
--Es un bar muy querido por los barceloneses...
--Ahora, después de hablar con la familia, he conocido la historia del abuelo y me he dado cuenta de la grandeza de este bar. El abuelo era un personaje único, y su bar era como un núcleo social del barrio. Antes sucedía así con algunos bares. Ahora, en cambio, es mucho más difícil. Al final, somos negocios, aunque siempre intentamos hacer un poco más. Buscar ese punto social, de encuentro, dentro del barrio.

--¿Es, quizá, el más canalla de los bares de Grup Confiteria?
--No lo había pensado... ¿El más canalla? Sí, era un bar canalla, claro, por eso veníamos.
--Gabriel García Márquez tenía su mesa junto a la ventana. Maragall llevó a Gorbachov. ¿A quién le gustaría recibir en el reabierto bar Mundial a Lito Valdovinos?
--Ojalá viniese Pepe Rubianes. Sería la hostia estar con él en el Mundial. No sé si venía... Pepe es al que siempre me gustaría encontrarme en todas partes.


