Ni mucha ni poca, la recomendación de los expertos a la hora de beber agua: "Es superimportante"
Un especialista en nutrición y psiconeuroinmunología señala cinco momentos clave en los que es fundamental tomar un vaso de agua en verano

Cuando el termómetro sube, tu cuerpo lo nota mucho antes de que tú seas consciente. Las olas de calor no solo traen incomodidad, sudor y noches sin dormir, también ponen a prueba la capacidad de tu organismo para autorregularse. En medio de estas jornadas intensas en las que perdemos líquidos sin darnos cuenta, la hidratación adecuada puede ser la diferencia entre sentirte agotada o mantenerte en equilibrio.

Y no hablamos solo de beber por sed o porque lo escuchaste en una recomendación rápida. La hidratación es un acto preventivo, no reactivo. Si esperas a tener la boca seca o dolor de cabeza, ya llegaste tarde.
El secreto silencioso detrás de tu energía: no bebas agua por impulso, bebe con estrategia
“Cuando sentimos sed, ya estamos levemente deshidratados. Es superimportante atender a este aspecto antes”, explica Xevi Verdaguer, experto en salud integrativa. Este estado puede parecer inofensivo, pero ese pequeño desequilibrio impacta en tu energía, tu digestión y hasta en tu estado de ánimo.
El error común es ingerir grandes cantidades de agua de una sola vez, creyendo que compensa. Pero el cuerpo funciona mejor con pequeños sorbos repartidos a lo largo del día. Así lo absorbe mejor, lo distribuye con eficacia y lo convierte en aliado real de tu salud.
¿Cuánta agua es suficiente?
Aunque cada cuerpo tiene necesidades distintas, las recomendaciones más frecuentes señalan entre 1,5 y 2,5 litros diarios, incluyendo el agua contenida en alimentos frescos como frutas, verduras o sopas.
Y más allá de cifras, lo importante es mantener una rutina constante de hidratación consciente como la que te proponemos a continuación.
-Al despertar (6:00–8:00 h) Toma 1 vaso grande (200–250 ml) de agua natural a temperatura ambiente.
Beneficio: Reactiva tu metabolismo, estimula la digestión y despierta tu cerebro después de varias horas sin ingerir líquidos.
Consejo: puedes añadir unas gotas de limón para un efecto digestivo suave.
-Antes del desayuno (8:00–9:00 h) Bebe 1 vaso pequeño (150–200 ml) de agua.
Beneficio: Prepara el sistema digestivo y ayuda a reducir la ansiedad por la comida.
Media mañana (10:30–11:30 h) Toma otro vaso de agua (200 ml).
Beneficio: Mantiene tu energía estable y favorece la concentración, especialmente si estás trabajando o estudiando.
Importante: Si tomas café, añade un vaso más de agua en esta franja para compensar su efecto ligeramente deshidratante.
-Antes del almuerzo (12:30–13:30 h) Bebe 1 vaso de agua (200 ml), unos 20 a 30 minutos antes de comer.
Beneficio: Estimula la secreción de enzimas digestivas y te ayuda a comer con más calma.
Tarde (15:30–17:00 h) Toma 1 vaso de agua (200 ml).
Beneficio: Ayuda a evitar la fatiga de media tarde y mantiene el cuerpo activo e hidratado.
-Antes de la cena (19:00–20:00 h) Bebe 1 vaso de agua (200–250 ml).
Beneficio: Prepara el sistema digestivo y contribuye a una mejor metabolización de los alimentos por la noche.
-Antes del atardecer (opcional) Toma 1 vaso pequeño (150 ml).
Beneficio: Ayuda al cuerpo a prepararse para el descenso natural de energía al final del día.
-Antes de dormir (21:30–22:30 h) Bebe 1 vaso pequeño (100–150 ml), si no afecta tu descanso.
Beneficio: Equilibra la hidratación nocturna y ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Consejos para mantener la rutina:
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Utiliza una botella reutilizable y tenla siempre cerca.
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Si te cuesta beber agua sola, puedes aromatizarla con rodajas de limón, menta o pepino.
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Bebe con atención, sin prisas. Convertirlo en una pausa consciente también mejora tu bienestar.
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Evita ingerir grandes cantidades de agua de golpe. Es mejor beber a sorbos durante el día.
¿Por qué el agua es mucho más que “solo agua”?
Podríamos pensar que el agua solo sirve para apagar la sed. Pero nada más lejos de la realidad. Aquí van algunas de las razones científicas y cotidianas por las que tu cuerpo la necesita tanto:
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Tu cerebro es casi 3/4 agua.
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Tus pulmones superan el 80% en contenido hídrico.
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Más del 90% de tu sangre es agua.
Sin agua no hay transporte de nutrientes, ni termorregulación, ni buena digestión, ni equilibrio hormonal. El agua sostiene tu biología silenciosamente cada segundo.
Razones para convertir el agua en tu mejor hábito de verano
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Adiós al cansancio
Menos hidratación = más esfuerzo para que el corazón bombee sangre. Resultado: agotamiento. -
Dile chau a los dolores de cabeza
Muchos episodios de migraña están relacionados con deshidratación leve. -
Digestión más ligera
Beber agua en ayunas ayuda a mover el intestino y evitar el estreñimiento. -
Piel más radiante
Una piel hidratada desde adentro luce más elástica, luminosa y joven. -
Regulación térmica natural
El sudor no solo te refresca: también mantiene estable tu temperatura interna. -
Protección muscular
Evita calambres, fatiga y lesiones musculares con una hidratación correcta. -
Más concentración y enfoque
Tu cerebro agradece cada sorbo con más claridad mental y mejor rendimiento. -
Impulso al metabolismo
Un cuerpo hidratado quema calorías de forma más eficiente. -
Sistema inmune en forma
La hidratación facilita la eliminación de toxinas y refuerza tus defensas. -
Mejor humor y equilibrio emocional
Sí, también influye en cómo te sientes: la deshidratación puede irritarte sin darte cuenta.
Los 5 momentos clave en los que sí o sí debes tomar un vaso de agua

Y si quieres ir un paso más allá, incluye otro vaso antes del atardecer. Es lo que algunos expertos llaman “hidratarse por anticipado”.
¿Estás deshidratado sin saberlo? Estas señales te avisan
No hace falta desmayarte para que tu cuerpo esté pidiendo agua. Hay síntomas sutiles que muchas veces ignoramos y a los que debemos prestar especial atención cuando el termómetro se afinca en más de
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Estreñimiento o acidez
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Sequedad en piel, ojos o mucosas
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Sensación de boca pastosa al comer
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Necesidad de levantarte de noche a beber
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Dolor de cabeza persistente
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Orina de color amarillo oscuro
¿Un tip rápido? Observa tu orina… cuanto más clara, mejor hidratada estás. Y no, orinar completamente transparente tampoco es ideal. Eso puede indicar que estás tomando demasiada agua de golpe y eliminando minerales importantes.
La hidratación no es moda, es salud
En estos días de calor intenso, hidratarte bien no es solo una recomendación: es una necesidad vital. Cuidar tu hidratación es una forma directa de cuidar tu energía, tu sistema nervioso, tu piel y tu equilibrio físico-emocional. No se trata de obsesionarte con cuántos vasos llevas, sino de convertirlo en un ritual diario de autocuidado.
Tu cuerpo te lo agradecerá. Incluso antes de que llegue la próxima ola de calor, que por mucho que la DANA nos haya dado tregua, no tardará en volver a irrumpir en la escena peninsular.